Rusia no descarta intervención militar de Trump en Venezuela; Maduro muda PDVSA a Moscú
Putin se consolida como el principal aliado de Maduro
Serguéi Lavrov, ministro de relaciones exteriores de Rusia, afirmó que no descarta una intervención militar de Estados Unidos en Venezuela.
“Conociendo los enfoques de la administración de EEUU todo es posible. No descarto que pueda lanzar acciones que nuevamente van a infringir todas las normas posibles del derecho internacional”, contestó Lavrov en una rueda de prensa en Moscú el viernes, junto a Delcy Rodríguez, vicepresidente de Nicolás Maduro.
Allí se anunció que Maduro ordenó el traslado de la oficina de la petrolera estatal PDVSA de Lisboa a Moscú. “Europa no da garantías de respeto a nuestros activos”, dijo Rodríguez durante la rueda de prensa conjunta.
Rodríguez aseguró que países capitalistas están violando sus propias leyes al congelar los bienes de Venezuela en bancos occidentales y tachó de un “robo a mano armada” lo que se está haciendo en la actualidad con los recursos financieros de Venezuela.
Estados Unidos ha aplicado varias rondas de sanciones económicas a altos cargos del gobierno de Maduro y la estatal Pdvsa, principal fuente de ingresos del país.
Rusia, aliada de Maduro, prometió el viernes continuar su ayuda humanitaria “legítima” a Venezuela, enviando especialmente medicamentos.
“Rusia continuará ayudando a las autoridades de Venezuela a resolver las dificultades económicas y sociales, incluso mediante la concesión de ayuda humanitaria legítima”, declaró Lavrov.
Según el ministro ruso, el designado especial de EEUU para Venezuela, Elliot Abrams, no oculta que entre sus funciones no está la búsqueda de un arreglo pacífico a la crisis en el país latinoamericano, informó Deutsche Welle.
En la víspera, el presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, rechazó en la sede de la ONU una posible intervención militar en Venezuela, pero aseguró que una posible detención del presidente interino del país y líder del parlamento, Juan Guaidó, sería “una declaración de guerra política”.
Las elecciones de mayo en las que Maduro fue reelegido no fueron reconocidas por la comunidad internacional. Ello avivó la crisis institucional, sanitaria y de hiperinflación en el país con las mayores reservas petroleras en el mundo.
Guaidó asumió como presidente interino el 23 de enero, acción que fue validada progresivamente por Estados Unidos, Canadá, Japón, Israel, Australia y la mayoría de los países de América Latina y Europa, entre otros.
En tanto Rusia, China, Cuba, México, Bolivia, Nicaragua, Corea del Norte, Italia, Uruguay, Turquía y hasta la organización terrorista Hezbolá han ratificado la autoridad de Maduro.