Se duplica la migración de venezolanos en Puerto Rico
Los últimas cifras disponibles muestran una tendencia al alza
PUERTO RICO – Finalizaba el 2012. Ericka Vásquez Acosta llevaba poco más de un año proveyendo cuidados especiales a su hijo, ya que el estómago del niño no toleraba la lactosa. Y en la capital venezolana, donde vivía, conseguir leche sin este tipo de compuesto orgánico era toda una complicación.
“Tuvimos que ir hasta la frontera con Colombia (a la localidad de Cúcuta) a buscarla. En ese mismo momento, mi esposo y yo dijimos ‘esto no es vida’”, recordó Vásquez Acosta. “Teníamos miedo de que nuestro hijo creciera con necesidad”.
Dos meses más tarde, ella y su familia llegaron al aeropuerto Luis Muñoz Marín, en Carolina. Su esposo, Jaime Alsina, consiguió un traslado a Puerto Rico en la empresa de telecomunicaciones para la que trabaja. Ella, posteriormente, también consiguió empleo como ingeniera eléctrica.
Durante las primeras semanas, su hijo lloraba a diario, pidiendo ver a sus abuelos que se habían quedado en Táchira, estado fronterizo con Colombia.
Ella vivió este período en un estado de negación también. Se repetía que muy pronto volvería a su país natal. De hecho, evitó comprar muebles, durante el primer año en la isla, pensando que su estadía en Puerto Rico sería transitoria, “que volvería al año”.
“Y eso que mi experiencia no es tan dolorosa como la de otros que llegan aquí solos, sin conocer a nadie y sin un empleo”, dijo Vásquez Acosta.
La Agencia de la Organización de Naciones Unidas para los Refugiados estima que desde 2015, a raíz de la crisis política y humanitaria en Venezuela, al menos 2.3 millones de personas han abandonado el país sudamericano.
Puerto Rico ha recibido una diminuta fracción de este movimiento migratorio. Los últimos datos disponibles, sin embargo, muestran una tendencia al alza.
La Encuesta de la Comunidad del Negociado del Censo de EE.UU. estima que para 2016, unos 245 venezolanos se radicaron en Puerto Rico. Esa cifra representa casi el doble de la tendencia migratoria de los tres años previos. Los datos, a partir del 2017, no estaban disponibles en la aplicación de análisis de datos del Censo.
Este aumento, sin embargo, no tuvo el efecto de aumentar la población de venezolanos en Puerto Rico. La demógrafa Judith Rodríguez estimó que la situación se debe a que muchos, después de establecerse en la isla, nuevamente emigran hasta algunas ciudades en Estados Unidos.
“Puerto Rico ahora mismo no es un lugar atrayente de migrantes. La situación económica aquí hace que estemos perdiendo gente. Es muy probable que muchos, después que llegan, brincan a los Estados Unidos”, dijo Rodríguez.
Ese no es el caso de Vásquez Acosta. “Yo, si emigro nuevamente, va a ser para regresar a Venezuela”, dijo.
Pero, desde su salida, lo que ha visto es un deterioro en las condiciones socioeconómicas de Venezuela. La hiperinflación, por ejemplo, ha hecho que su hermana no pueda vivir con su salario de enfermera en uno de los principales hospitales de la zona.
La escasez de alimentos se ha intensificado, especialmente para las zonas alejadas de Caracas, la capital del país.
“Cuando fui en diciembre a ver a mi familia, mis tíos estaban pesando al menos 15 kilos (30 libras) menos. Desde hacía tres semanas, comían solo un plato de arroz a las 4:00 de la tarde cada día”, indicó.
Su familia inmediata estaba en una posición menos urgente por el dinero que ella le envía desde Puerto Rico. Explicó que su mamá, con esos fondos, viajaba periódicamente a la localidad de Cúcuta para comprar aquellas cosas que no puede conseguir en los mercados locales.
Pero eso ya ni es una opción segura. Cúcuta ha sido uno de los epicentros de las controversias asociadas con la ayuda humanitaria que la oposición política de Venezuela intenta repartir y que el gobierno del presidente Nicolás Maduro se niega a aceptar. En las últimas semanas, en varias ocasiones, las autoridades venezolanas y colombianas han cerrado el paso en esta parte de la frontera.
“Es más difícil porque esa frontera hoy está cerrada. Ayer mismo (el jueves), me dijeron que con dinero en mano no habían conseguido comida. ¿Qué van a hacer si la frontera sigue cerrada? ¿Dónde van a ir a comprar? Es bien difícil”, expresó Vásquez Acosta.
En varias ocasiones, ha llegado a ilusionarse con la posibilidad de un regreso. Ella pensó que la situación económica mejoraría en la medida que el liderato político cambiara en Venezuela. En un inicio simpatizaba con las ideas de mejor distribución de las riquezas que promulgaba Hugo Chávez, presidente que estableció el sistema político actual venezolano. Pero en la medida en que la situación social y económica se deterioraba, entendió que el país necesitaba un cambio.
Por eso, cuando murió Chávez en el 2013 pensó que, tal vez, se acercaba una recuperación económica que le asegurara bienestar a su familia. La esperanza resurgió en 2015 cuando la oposición política obtuvo control de la Asamblea Nacional. Finalmente, en días recientes, esa misma ilusión comenzó a resurgir con el respaldo que ha recibido a nivel internacional el presidente de la Asamblea Nacional venezolana, Juan Guaidó.
Por eso, cuando hubo el llamado por ayuda humanitaria, se movió como mejor pudo para agrupar comida no perecedera y artículos de primera necesidad. Cuando supo que los suministros no pudieron cruzar la frontera venezolana, terminó con una tristeza profunda.
“Esto no es un tema de soberanía. Esto es un tema de comida en la mesa… Esto es un tema de hambre”, afirmó.
Un problema que se agrava
La Agencia de la ONU para los Refugiados reveló que, aunque 2.3 millones ha abandonado Venezuela desde el 2015, en total, ya son 3.4 millones los refugiados y migrantes de este país.
Las cifras oficiales establecen que la mayoría se radicó en Colombia. Específicamente más de un millón de venezolanos se radicó en este país vecino.
Le sigue Perú con 506,000, Ecuador con 220,000, Chile con 288,000, Ecuador con 221,000, Argentina con 130,000, Brasil con 96,000 y Panamá con 94,000. La comunidad de venezolanos en Puerto Rico ronda las 3,000. Estos números equivalen a una tercera parte de las personas que viven en Las Marías.
La expectativa es que la migración de venezolanos continúe hasta que la situación económica y política se estabilice. Y eso no es un panorama que se perfile en el horizonte.
El jueves, Rusia y China, dos de los países que apoyan el gobierno de Maduro, bloquearon en el Consejo de Seguridad de la ONU una resolución de Estados Unidos que promovía la celebración de nuevas elecciones libres en Venezuela. La iniciativa estadounidense contaba con el apoyo de países sudamericanos y europeos.
Ayer, desde Asunción, la capital de Paraguay, Guaidó anticipaba más movilizaciones callejeras objetando la presidencia de Maduro. A inicios de año, Guaidó, quien es presidente de la Asamblea Nacional, denunció que Maduro usurpa la presidencia venezolana. Su argumento era que las elecciones presidenciales de 2018 habían sido amañadas para asegurar la victoria del sucesor de Chávez. A nivel internacional se denunció que los principales líderes de la oposición venezolana se encontraban encarcelados o fueron inhabilitados de participar como candidatos en las elecciones presidenciales.
Ante este escenario, Guaidó se autoproclamó presidente encargado de Venezuela alegando que sus intenciones son la celebración de nuevas elecciones presidenciales.
Estas acciones contra Maduro provocaron una serie de amenazas contra Guaidó que ayer eran denunciadas por el relator especial de la ONU, Diego García Sayán. Esto luego que trascendieran investigaciones penales abiertas contra el líder de la oposición.
Guaidó cuenta con el respaldo de una buena parte de los países sudamericanos, Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea. Entre sus primeras acciones, estuvo pedir artículos de primera necesidad a la comunidad internacional para aliviar la crisis humanitaria que se vive allí. La mayor parte de esa ayuda, sin embargo, no ha logrado ser entregada debido a que el gobierno de Maduro ha imposibilitado su entrada.
(Por: Ricardo Cortés Chico)