Estuvo 16 años preso por error y se hizo abogado para combatir injusticias en Nueva York
Lo acusaron de violar y matar a una compañera de clases en la secundaria
Jeffrey Deskovic es una versión contemporánea de “El Conde de Montecristo”, la novela clásica de Dumas y Maquet sobre injusticia y redención.
Luego de pasar 16 años preso por un crimen que no cometió, Deskovic (45) dispuso un giro de 180 grados en su vida para combatir injusticias como esas, y se acaba de graduar de abogado en la Escuela de Derecho de la Universidad de Pace, en White Plains.
En 1990, siendo un estudiante de secundaria fue declarado culpable de violar y matar a una de sus compañeras de clase, Angela Correa.
Sólo fue liberado cuando la organización Proyecto Inocencia probó que el ADN de otro hombre, Steve Cunningham, estaba en el cuerpo de la víctima.
Cunningham incluso mató a otra persona, mientras Deskovic cumplía un castigo por lo que no hizo.
Los abogados ayudaron a Deskovic a recuperar su vida, y ese cambio lo inspiró a convertirse en colega de ellos.
Segundos después de recibir su diploma, el nativo de Peekskill (Westchester, NY) que ahora vive en El Bronx, se encontró con una vieja amiga que desempeñó un papel clave en su vida adulta.
“Ella presentó mi caso tres veces”, dijo sobre Maggie Taylor, empleada del Proyecto Inocencia que defendió su caso con los abogados del grupo. “Si no fuera por su persistencia, no me hubieran exonerado. No estaría aquí”.
Ahora que tiene un título de abogado, Deskovic tiene un objetivo singular. “Mi único propósito con el título es liberar a otras personas que están encarceladas injustamente”, dijo a Pix11.
Para lograrlo, sus estudios no han terminado. “Ahora tengo que empezar a estudiar de 10 a 12 horas al día para aprobar el examen” de la licencia (BAR) que lo acreditará como abogado de Nueva York.
Además, ha creado una Fundación con su nombre, donde proclama que en la actualidad hay aproximadamente 120 mil presos condenados injustamente en Estados Unidos.