Familia de suicida recibe $860,000 después de que agentes de seguridad apostaran por su muerte
La víctima tenía historial de problemas mentales y uno de los agentes fue captado en cámara retándola a que se quitara la vida
La familia de una reclusa de Michigan que se suicidó en 2015 recibió $860,000 dólares por una demanda civil federal presentada después de que los guardias apostaran si la víctima se suicidaría o no.
Janika Edmond tenía 25 años cuando se ahorcó dentro del Centro correccional para mujeres de Huron Valley, en Ypsilanti. Su familia presentó una demanda después de que el video de vigilancia mostrara a una guardia bombeando sus puños en el aire y de alguna forma retando a la reclusa a que cumpliera su amenaza de suicidio.
La agente de seguridad abandonó su área de trabajo un momento y Edmond aprovechó para quitarse la vida, según informa el abogado de la familia, David Steingold.
“No hay duda de que dejarla sola fue lo mismo que ponerle un arma en la cabeza”, explicó Steingold a Inside Edition. “Es horrible. Es difícil creer que una vida humana valga menos que un sándwich Subway, que es lo que apostaron las dos agentes”.
La guardia desapareció durante 17 minutos, según el video de vigilancia, aclara Steingold. Durante ese tiempo, Edmond se ahorcó con el sujetador y la ropa interior.
Las guardias, Diana Callahan y Kory Moore, habían apostado si Edmond amenazaría con suicidarse después de que le dijeron que no se le permitiría ver a sus familiares porque se peleó con su compañera de celda, explicó Steingold.
Cuando Edmond se enojó y expresó su intención de acabar con su vida, Callahan la ignoró y se fue a recoger el premio por haber ganado la apuesta (el sandwich), de acuerdo al informe de la demanda. “Representó un completo descuido de los deberes de los guardias del personal”, afirma el abogado.
La reclusa, quien estuvo cinco meses encarcelada, fue encontrada sin respuesta cardiorespiratoria. Murió días después en un hospital. Edmond tenía una larga historia de problemas de salud mental, según Steingold, y nunca recibió el tratamiento necesario.
“Ella venía de un hogar roto. Tenía problemas de salud mental desde el principio”, explica Steingold.
El juicio civil fue aprobado por un juez federal a principios de este mes. El departamento de correcciones no ha comentado públicamente sobre el acuerdo.
Moore y Callahan fueron despedidas por el Departamento de Correcciones de Michigan. Callahan se declaró inocente de un cargo de homicidio involuntario y fue condenada en diciembre a seis meses de prisión. Moore recobró su puesto a través de un arbitraje, pero desde entonces salió de la prisión, según los funcionarios penitenciarios.
Edmond estaba cumpliendo una condena por una violación de libertad condicional resultante de los cargos de asalto con arma mortal.