Proponen crear Oficina de Protección del Paciente
La iniciativa busca abordar las disparidades en los resultados de salud para los más vulnerables entre ellos los inmigrantes
NUEVA YORK.- La ciudad de Nueva York podría contar con una oficina para defender a los pacientes, la misma que estaría adscrita al Departamento de Salud e Higiene Mental. Un proyecto de ley con ese objetivo fue presentado este miércoles por la concejal Carlina Rivera.
Una coalición de defensores de la salud, residentes y activistas comunitarios junto a la concejal Rivera se apostaron ante las escalinatas del Concejo para hacer el anuncio del nuevo proyecto de ley que creará una Oficina del Defensor del Paciente, que ayudará a abordar las disparidades en los resultados de salud para los más vulnerables de Nueva York, incluidos aquellos que enfrentan discriminación de género, raza o idioma.
“La Oficina del Defensor del Paciente no solo ayudará a los neoyorquinos de un tema a otro, sino que también proporcionará supervisión crítica, investigaciones y recomendaciones de políticas para la industria hospitalaria de nuestra ciudad, particularmente cuando realizan cambios en el servicio que pueden afectar a las comunidades locales”, dijo la concejal Rivera, presidenta del Comité de Hospitales del Concejo.
Rivera representa al Distrito 2 en el Concejo, que incluye los vecindarios de East Village, Gramercy Park, Kips Bay, Lower East Side, Murray Hill y Rose Hill en Manhattan.
Según la concejal, nacida en Nueva York de padres puertorriqueños, las responsabilidades de la oficina incluirán responder a las quejas y consultas de los pacientes relacionadas con la atención médica; recolectando, analizando y reportando datos sobre los comentarios, preguntas y quejas recibidas durante el proceso de buscar atención médica. Con estos datos se crean las recomendaciones de políticas para resolver los problemas que enfrenta el público en la obtención de servicios médicos.
Rivera, que integra también los comités de Salud, Salud Mental, Deshabilitados y Adicciones, explicó que se está buscando aprobar esta legislación para llenar el vacío en la supervisión que muchos neoyorquinos sienten que existe cuando reciben atención en el sistema de salud.
“Una Oficina del Defensor del Paciente fortalecerá la atención médica para los inmigrantes neoyorquinos. Una oficina centralizada para monitorear problemas como el acceso al idioma en última instancia ayudará a reducir algunas de las barreras considerables para la atención que enfrentan los inmigrantes neoyorquinos”, dijo Max W. Hadler, director de Políticas de Salud de la Coalición de Inmigración de Nueva York.
“Cuando los pacientes tienen preguntas o inquietudes con respecto a problemas que pueden estar experimentando con el tratamiento, la facturación o el seguro, a menudo sienten que su médico u hospital es la única fuente confiable que tienen. Esto proporciona una voz alternativa en la ciudad de Nueva York que también puede convertir esas quejas en una política procesable para que los gobiernos municipales o estatales tomen medidas”, dijo la concejal.
Entre las organizaciones que copatrocinan el proyecto de ley se cuentan: La Asociación de Enfermeras del Estado de Nueva York, el Centro para la Independencia de los Discapacitados, la Sociedad de Servicios Comunitarios y la Coalición para Niños y Familias Asiáticas-Americanas
El proyecto de ley también creará un importante mecanismo de supervisión de la ciudad para el sistema estatal de “Certificado de Necesidad” que cualquier centro médico debe cumplir al cerrar o cambiar el nivel de disponibilidad de atención en un centro de salud.
El proyecto de la concejal Rivera, es parte de un paquete legislativo más amplio impulsado por el Caucus de Mujeres del Concejo, cuyos miembros y aliados también presentaron una legislación para promover la equidad de género en el lugar de trabajo, la atención médica y la educación, ley que ayudará a las madres a regresar a la fuerza laboral al requerir proporcionar capacitación obligatoria al personal en lugares con salas de lactancia e inspeccionar periódicamente las salas de lactancia para verificar su limpieza y accesibilidad.