El peso del pasado

Cuando estés ante una situación de molestia o estrés, utiliza la técnica del anclaje. Esto es traer a la mente una experiencia positiva por un gesto de recordatorio

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Crédito: Shutterstock

¿Cómo es nuestra relación con el pasado? ¿Lo asumimos como parte de la experiencia o como un lastre que nos impide reprogramar algo diferente para el futuro? Tal vez necesitamos una actualización del software mental. ¿Qué tal si pudiéramos reprogramar la mente de forma consciente? Esto es posible gracias a la capacidad de neuroplasticidad del cerebro.

Una investigación de la Universidad de Tübingen y el Instituto Max-Planck de Cibernética Biológica, ambas instituciones alemanas, señala que el proceso de neuroplasticidad y aprendizaje ocurre mucho más rápido de lo que se creía.

Durante el proceso, se les practicó una resonancia magnética ponderada por difusión a un grupo de voluntarios, con la finalidad de detectar la difusión de agua en el cerebro.

Todos los participantes pasaron por la resonancia mientras adquirían conocimiento nuevo. Los científicos lograron determinar que, efectivamente, hubo cambios físicos en el cerebro, pocas horas después de haber expuesto a las personas al nuevo aprendizaje y que la neuroplasticidad se estaba llevando a cabo en la corteza parietal posterior, y no en el hipocampo como se creía.

El cerebro humano no deja de sorprendernos y cada día hay más y más evidencia de su infinito potencial. Pero, ¿cómo implementar esta habilidad en nuestro día a día?

Cuando estés ante una situación de molestia o estrés, utiliza la técnica del anclaje. Esto es traer a la mente una experiencia positiva por un gesto de recordatorio. Por ejemplo, puedes apretar tus manos o estirar los dedos lo más que puedas, mientras te concentras en esa imagen o recuerdo que te hace sentirte bien. Repite la acción tres veces seguidas, y haz de la situación un hábito diario a practicar durante cinco minutos.

Una vez que ya estás adaptado a anclar y recordar, empieza entonces a visualizar esa situación conflictiva o temida. Solo que con el añadido de que todo te sale bien, mientras haces tu gesto de anclaje tres veces seguidas. Cada vez que ese escenario se presente en tu vida, estarás tan acostumbrado al mismo que podrás mantener tus emociones bajo control e incluso harás que desaparezcan los temores o el estrés.

Aplicando estas recomendaciones lograremos que el peso del pasado no sea un lastre que nos limite en el futuro.

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