Atacan a mujeres en Oaxaca… ¡por ser políticas!
Denuncian impunidad en ataques de hombres que se sienten desplazados
MEXICO.- Antes del asesinato a tiros de la alcaldesa de San José Estancia Grande, Carmela Parral, decenas de mujeres políticas en Oaxaca fueron agredidas de una forma en que los colectivos defensores de mujeres llaman “violencia política de género”, esto es, ataques de hombres que no soportan verlas en cargos públicos.
Aunque la fiscalía aún no determina ––al menos públicamente–– las hipótesis sobre las razones de los pistoleros que el fin de semana acabaron con la vida de Parral, una profesora de secundaria y matemática amante de la política, las activistas dan un paso adelante: alto a los machos que se sienten desplazados en la autoridad.
“Hay una gran reclamo (entre las políticas oaxaqueñas) para que se comience a sensibilizar a los hombres acerca de la importancia de que las mujeres participen en los cargos, formarlos dentro de los cambios de roles dentro del hogar y de la vida pública”, observó Rita López, presidenta de la Comisión de Género del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca.
Asesinaron ayer a mi amiga Carmela Parral, Presidenta de Estancia Grande (municipio Afromexicano).
— Mara Itahí González Torres (@mara_glz) August 17, 2019
Así te voy a recordar siempre, amiga, haciendo chicatanas.
Y que las Instituciones trabajemos por esclarecer los hechos.@lopezobrador_ @lopezdoriga @analosan #NiUnaMenos pic.twitter.com/Xs3827mxX7
López, como otras participantes de la vida pública local, temen que las agresiones escalen debido al incremento de la participación de ellas en puestos de mando derivada de una reforma política (2014) que obliga a los partidos a dar la mitad de las candidaturas a mujeres.
En Oaxaca, para el periodo de gobierno municipal 2019-2021, 566 se hicieron de alcaldías, regidurías, sindicaturas… y desde 2018, el Instituto Electoral de Oaxaca contabilizó 32 expedientes de mujeres víctimas de violencia política de género.
“En la mayoría de los casos, a usar de los obstáculos o insultos, la mujeres continuaron en el ejercicio de los cargos”, precisó López.
Oaxaca ha sido históricamente opuesto al crecimiento de la mujer en la política debido al sistema de usos y costrumbres en municipios indígenas las excluyen de puestos de mando.
La indígena mixteca Gabriela Rivera, reveló una historia de venganza por parte del presidente municipal de San Miguel Peras en Oaxaca, Santiago Ramírez, porque ella quería participar en la política. El funcionario la retuvo en la presidencia para golpearla junto con el síndico municipal frente al abuelo al que obligaron a golpearla “por el atrevimiento”.
En otro caso ––por el que tuvo que intervenir recientemente el congreso local para pedir una investigación ––, Elisa Zepeda, diputada por Morena, denunció que es amenazada de muerte como parte de un conflicto electoral que data de 2014.
Para el gremio magisterial, el Partido de la Revolución Democrática y la Comisión de Derechos Humanos de la CDMX, organismos que pidieron justicia por la alcaldesa Parral el asunto tiene como eje central un problema generalizado en el país, más allá de la violencia feminicida: la impunidad.
“Los asesinatos de autoridades municipales registrados en la última década han quedado impunes, o en su caso, son investigaciones que dejan mucho que desear”, expuso el PRD, el organismo político al que pertenecía la política, en un comunicado de prensa.
En los últimos 10 años, el PRD ha contabilizado 27 agresiones armadas contra sus militantes, de los cuales, cuatro ediles fueron asesinados. Por otro lado, un recuento de Consorcio Oaxaca, los asesinatos contra mujeres no tienen cambio con las siglas de partido. En la administración de Ulises Ruiz (2004-2010) hubo 283 muertas; con Gabino Cué , 527 y con José Murat, van 429.
El Grupo de Estudios sobre la Mujer Rosario Castellanos denunció que en el 91% de los casos se desconoce al victimario y detalló el perfil de las agresiones diarias contra ellas: arrastrones, gritos, insultos, amenazas de muerte, patadas, cuchillada, puñetazos, tubazos, machetazos; una fue arrojada de un auto en movimiento, otra, desde la ventana.