Nueva York amplía las protecciones para asegurar igualdad de salarios

El estado de Nueva York estrena hoy una ley que refuerza la protección ante la desigualdad de salarios que aún hoy, en pleno siglo XXI, siguen vigentes y afectan negativamente sobre todo a mujeres y minorías.

La ley, firmada en julio por el gobernador Andrew Cuomo, amplía el alcance de la legislación que hasta el lunes estaba vigente en la que se estipulaba que los hombres y las mujeres tenían que recibir el mismo salario en caso de que hicieran “el mismo trabajo”. La dificultad de probar que se hace un trabajo igual y el hecho de que además de las mujeres haya otras personas en desventaja ha llevado a redactar la protección a este derecho igualitario de una forma más amplia.

A partir de hoy se protege a los empleados y solicitantes de empleo no solo por razón de género sino por ser parte de una comunidad reconocida por necesitar protección. Eso incluye edad, color, origen nacional, raza, orientación e identidad sexual, status familiar, discapacidad o credo.

Si alguien nacido en otro país tiene constancia de que está cobrando menos que el resto de las personas con las que trabaja puede pedir el amparo de esta ley.

Además, la norma no es tan literal como para pedir que el trabajo sea igual sino “sustancialmente similar” y se puedan comparar teniendo en cuenta la capacidad que se requiere para desempeñarlo, el esfuerzo que se pone en ello la responsabilidad que se tenga y las condiciones similares en las que se trabaja. El trabajo puede no ser al 100% idéntico pero aún comparable.

Lo que es más difícil de hacer es comparar salarios para cualquier empleado porque no se establece que se haga pública esta información lo que elimina la capacidad de conocer la brecha en caso de que la haya y por tanto ejercer el derecho a que esta desaparezca.

Los empleadores tienen derecho, conforme a esta ley ampliada, a pagar de forma diferente en distintas localizaciones geográficas (porque no es lo mismo trabajar en una ciudad cara como Manhattan que en Buffalo), pueden pagar distinto debido a sistema de méritos o experiencia porque la empresa base sus salarios en cantidad y calidad del trabajo.

Las mujeres ganan menos que los hombres y de hecho en general tienen que trabajar hasta el día 2 de abril para ganar lo mismo que los hombres en el año anterior, es decir que tardan algo más de 15 meses en embolsarse lo mismo que los hombres. En el caso de las latinas la brecha es mucho mayor ya que el día de igualdad salarial de las latinas no llega hasta noviembre. Las mujeres de esta comunidad, en general tienen que trabajar 23 meses para ganar lo que los hombres en 12.