Piden reglas más estrictas con celulares en aulas de escuelas públicas de NYC

Aunque padres, activistas y estudiantes apoyan que los alumnos lleven teléfonos, denuncian que el uso indebido en los salones afecta la atención, genera copia de exámenes y hasta casos de 'bullying'

Estudiantes usan el celular en clase y se distraen con los medios sociales.

Estudiantes usan el celular en clase y se distraen con los medios sociales. Crédito: Mariela Lombard | El Diario NY

Juan Rodríguez tiene 17 años y confiesa que aunque en la escuela en la que estudia, en East Harlem, hay una regla clara que prohíbe el uso de celulares durante las clases, él no la sigue. Al igual que varios de sus compañeros, al mexicano, quien cursa el grado 11, no le gusta despegarse de su teléfono y lo usa libremente, porque la advertencia de que pueden confiscarle el aparato, según narra, no se cumple.

No es que sea desobediente, pero es que muchas veces las clases son aburridas, entonces nos ponemos a chatear entre nosotros y a mirar videos, y aunque los maestros dicen que no los usemos, y que nos los van a quitar, al final prefieren no pelear con uno y nos dejan seguir usándolos”, contó el estudiante, al tiempo que admitió que incluso en las clases intercambian fotos de otros niños, en actos que pueden desencadenar incidentes de ‘bullying‘ (acoso), y que hasta en los exámenes se pasan información.

Daylin López, quien tiene una hija adolescente estudiando también en East Harlem, defiende el uso de los celulares por parte de los estudiantes, pero admite que le preocupa que en ocasiones los niños no le dan buen uso y asegura que ha oído historias que demuestran que hace falta mayor control por parte de los maestros.

“Creo que me siento más tranquila al saber que mis niños tienen un celular por si algo llega a pasarles, pero pienso que los profesores tienen que ser más estrictos para que los niños no se distraigan en clase con los teléfonos y no hagan cosas que no deben de hacer”, aseguró la madre de familia.

Falta “mayor disciplina”

Y es que a pesar de que desde el 2015, cuando el alcalde Bill De Blasio puso fin a la prohibición de llevar celulares a la escuelas para el 1.1 millón de estudiantes que hay en los cinco condados, maestros, alumnos y padres de familia aseguran que a la aplicación de la norma le ha faltado “mayor disciplina”, para que los niños cumplan con las reglas que cada escuela tiene sobre el uso de los dispositivos.

Aunque, según la norma del 2015, “las escuelas tienen la responsabilidad de aumentar la educación y la capacitación para identificar y prevenir el acoso cibernético, incluida una política de perder el aparato con el uso indebido”, en algunas aulas esto no se está cumpliendo.

Así lo advierte el concejal de Queens y antiguo maestro, Daniel Dromm, quien aseguró que a pesar de entender las dos caras de la moneda sobre la presencia de celulares en las aulas de clase, hizo un llamado a las escuelas a garantizar que las reglas actuales se cumplan.

Daylym Lopez. Estudiantes usan el celular en clase y se distraen con los medios sociales.

“En última instancia, creo que la política existente del Departamento de Educación es justa, pero debería aplicarse mejor”, manifestó el expresidente del Comité de Educación del Concejo municipal, quien dio sus argumentos para apoyar a quienes se oponen a los teléfonos en los salones y a quienes lo defienden.

“El uso del teléfono celular de los estudiantes en el aula puede servir como una distracción. Se supone que los estudiantes no deben sacarlos, pero algunos simplemente no siguen las reglas”, dijo el líder político de la Gran Manzana. “Al mismo tiempo, vivimos en un mundo donde hemos tenido tiroteos y otros ataques violentos en las escuelas. Es comprensible que los padres se preocupen por la seguridad de sus hijos y quieran saber de ellos en caso de una emergencia”.

Leonie Haimson, directora de la organización Class Size Matters que aboga por una mejor calidad en la educación pública, advirtió que es necesario que la norma aprobada hace cuatro años sobre la presencia de celulares se implemente con las sanciones previstas para los jóvenes que fallan ante la regla.

“Durante la clase, los estudiantes deben tener sus teléfonos celulares en sus mochilas, casilleros o guardados de otra manera, de lo contrario, se les deben confiscar los dispositivos”, dijo la activista, quien también toco el tema del fraude en exámenes y casos de intimidación a través de los dispositivos. “Cualquier persona agarrada por acoso o trampa en las pruebas debe enfrentar las consecuencias apropiadas”.

La Federación Unida de Maestros (UFT), que agremia a miles de docentes de Nueva York, manifestó que comparte la premisa de que cada centro educativo maneje sus propios lineamientos sobre el tema, pero dejó claro que es obligación también garantizar que no afecte con el desarrollo educativo.

Class Size Matters Directora ejecutiva Leonie Haimson.

“La UFT ha defendido durante mucho tiempo que las escuelas sean libres de tomar sus propias decisiones sobre cómo se pueden usar los teléfonos celulares, mientras se aseguren de que el uso de los teléfonos por parte de los estudiantes no interfiera con la instrucción”, manifestó el presidente de la unión sindical, Michael Mulgrew.

El líder de maestros manifestó que al mismo tiempo, la organización de docentes considera que tener lockers para que los estudiantes guarden sus teléfonos es una idea que apoyan y promueven. “La UFT está trabajando con una variedad de comunidades escolares donde los padres, maestros y administradores buscan casilleros para teléfonos celulares”, agregó Mulgrew.

El presidente del Concejo Municipal, Corey Johnson, hizo un llamado a los padres a denunciar si la póliza de uso de celulares está siendo mal implementada.

“Las políticas del DOE prohíben el mal uso de los teléfonos en clase. Si los padres sienten que el mal uso es un problema en la escuela de sus hijos, se debe informar al director, la asociación de padres, el superintendente u otros funcionarios de educación”, aseguró un vocero de Johnson, al tiempo que reconoció los beneficios que tiene la póliza de teléfonos.

“La política de permitir teléfonos celulares en las escuelas se adoptó en 2015 porque los padres estaban preocupados por la seguridad de sus hijos y, lo que es más importante, los maestros reconocieron el valor de los teléfonos celulares como herramientas educativas, especialmente para aquellos que carecían de computadoras en el hogar y acceso a internet”, agregó el funcionario del Concejo.

A pesar de las preocupaciones manifestadas, el Departamento de Educación (DOE) asegura que las escuelas manejan el tema de los celulares con responsabilidad y compromiso.

“Los directores deciden sobre la política de teléfono celular de un estudiante para su escuela. Si bien a todos los estudiantes se les permite traer teléfonos celulares a la escuela, muchas escuelas requieren que los estudiantes los dejen en sus casilleros o que recojan los teléfonos celulares de los estudiantes al comienzo del día y los devuelvan al final del día”, comentó Isabelle Boundy, vocera del DOE, advirtiendo que toman muy en serio los casos en los que los alumnos no dan uso correcto a los teléfonos, pero sin revelar cuantos aparatos confiscan anualmente.

“Los teléfonos celulares pueden ser una herramienta de aprendizaje valiosa e innovadora en el aula, y tomamos medidas si alguna vez se alega que un teléfono celular se usa para intimidación o mala conducta”, dijo la funcionaria, advirtiendo además que muchas escuelas usan los celulares como una herramienta para empoderar a los estudiantes y sus familias.

Estudiantes usan el celular en clase y se distraen con los medios sociales.

El Departamento de Educación agrega que constantemente educan a los estudiantes sobre el uso correcto de sus dispositivos y que a fin de evitar situaciones de bullying digital y personal, invierten $8 millones en iniciativas contra el acoso escolar, destinados a brindar un mejor servicio a los estudiantes y las familias.

“El Código de Disciplina incluye políticas claras con respecto a la falta de honradez escolar y sanciones por participar en conductas inapropiadas”, advierte la vocera del DOE, destacando que en los celulares los estudiantes pueden beneficiarse de aplicaciones como “Remind 101” y “ClassDojo”, que les permite verificar sus calificaciones e informes de progreso, al igual que realizar un seguimiento de las tareas. Otras aplicaciones como “Google Classroom” y “Kahoot!” permiten a los maestros realizar evaluaciones formativas y sondear rápidamente a los estudiantes para que comprendan en clase.

Y en otro asunto relacionado con los beneficios de los teléfonos celulares, el canciller de Educación, Richard Carranza, aseguró que una meta para el nuevo año escolar que recién empezó es que haya una comunicación más directa entre padres y autoridades escolares.

“Estamos trabajando en asegurar más que los padres tengan los teléfonos de los maestros y los directores para que puedan hablar de manera directa todos y fomentar una mejor comunicación”, dijo Carranza.

La madre dominicana Maribel Ramírez, solicitó a las autoridades escolares que promuevan una campaña de cumplimiento del buen uso de los teléfonos en las escuelas para que haya disciplina.

“Una cosa es que los niños los puedan llevar y otra muy diferente que crean que pueden hacer lo que quieran sin que nadie les ponga freno. Hay que respetar y ahí es donde los maestros tienen que tomar medidas”, dijo la madre.

Celiné Molina, estudiante de 12 grado, aseguró que el uso indebido de celulares es el pan de cada día en su escuela de El Barrio y criticó a los directivos por no imponer correctivos rígidos. “A mi muchos de los niños me distraen con sus teléfonos en clase, pero en algunas escuelas no toman eso con seriedad y por eso hay compañeros maleducados que siguen haciendo lo que quieren. Cada rato me tiran fotos para burlarse, pero eso a mí no me afecta”, dijo la jovencita.

Maribel Ramirez. Estudiantes usan el celular en clase y se distraen con los medios sociales.

Y sin querer revelar su apellido, el maestro José, quien trabaja en una escuela de El Bronx, defendió el derecho de que los alumnos tengan teléfonos, pero dijo que la gran falla de la póliza viene desde el DOE por no se unificada.

“La cosa sería más fácil si ponen casilleros para celulares en todas las escuelas y por regla única, los muchachos dejan sus aparatos al llegar y los sacan solo en los descansos y cuando se vayan a casa”, dijo el maestro, confesando que para evitar roces con sus alumnos, muchas veces cuando ve que alguno lo está usando en clase, prefiere ignorarlo. “Si uno se los quita, al otro día van a volver a usarlos. Hay que tomar medidas desde arriba”.

Estudiantes usan el celular en clase y se distraen con los medios sociales.

Qué dice la póliza sobre uso de celulares en las escuelas

  • Desde el 2015, cada escuela ha establecido su propia política de telefonía celular. Los estudiantes que llevan un teléfono celular a la escuela deben usarlo solo de acuerdo con los lineamientos específicos de uso del teléfono celular de sus escuelas. Pero se requiere que la escuela o los estudiantes guarden los teléfonos fuera de la vista durante el día escolar.  Asimismo, todas las políticas de teléfonos celulares deben prohibir el uso de teléfonos celulares durante los exámenes, así como durante los simulacros y ejercicios internos de preparación para emergencias, y deben ser consistentes con el Código de Disciplina del DOE. Las escuelas tienen una variedad de opciones de disciplina en los casos en que los teléfonos celulares sean mal utilizados, incluida la confiscación.

Ley de porno venganza también beneficia a estudiantes

  • Una de las quejas de varios padres de familia y preocupación de estudiantes es que con el uso de celulares, algunos estudiantes suelen captar imágenes de otros para hacer bullying en redes sociales. Pero padres como Juliana Hernández agregan que especialmente entre los adolescentes mayores, como ocurre con algunas parejas de adultos, el grabar videos de contenido sexual siempre genera un temor mayor por el mal uso que eventualmente puedan tener esas imágenes, por lo que se siente más tranquila con la aprobación de la ley de “porno venganza”, que desde julio pasado ya tipifica esa conducta como un delito.
  • La nueva ley establece penas de un año de cárcel y multas por $1,000 dólares por compartir o publicar en internet fotos o videos sexualmente explícitos de una persona sin su consentimiento y además de la cárcel, se pueden imponer penas de hasta tres años de libertad supervisada. Asimismo, se permite que las víctimas presenten demandas civiles y puedan conseguir una orden judicial para que las imágenes íntimas sean removidas del Internet. “Nuestras leyes no han seguido el ritmo de la tecnología y cómo los abusadores pueden usarla para hostigar, intimidar y humillar a las parejas íntimas”, dijo Cuomo sobre esa ley que protege a los neoyorquinos, entre ellos a los estudiantes de las escuelas,. “(al criminalizar la publicación de pornografía de venganza, estamos empoderando a las víctimas de este acto atroz para que tomen medidas contra sus abusadores y logren que se les haga justicia”, dice el gobernador.

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