Disputa entre carteles La Línea y Los Salazar habría provocado masacre de familia LeBarón en México
Un dato validaría la hipótesis de que no fue un ataque directo al convoy de los estadounidenses
Un enfrentamiento entre los cárteles de La Línea y Los Salazar habría sido el detonante de la masacre de la familia LeBarón en México que dejó nueve muertos, seis niños y tres mujeres, de dos familias estadounidenses en Chihuahua que se perpetró este lunes con armas provenientes de Estados Unidos y en cuyas investigaciones se pedirá la colaboración del FBI, informaron las autoridades mexicana.
El hecho de que los atacantes dejaran ir a los niños que sobrevivieron sería una señal de que no habría sido un ataque directo al convoy de tres carros donde viajaban miembros de las familias de religión mormona LeBarón y Lanford, ambas de nacionalidad estadounindense, según Homero Mendoza Ruiz, jefe del Estado Mayor de la Defensa Nacional de México, quien hizo una cronología de los hechos en rueda de prensa.
El 4 de noviembre, miembros del cártel de La Línea que dominan Chihuahua y Los Salazar, con presencia en Sonora se enfrentaron a primeras horas del día. Al acudir las autoridades al escenario de los hechos localizaron una casa, más un vehículo ardiendo, y, horas después, localizaron un muerto, explicó Mendoza Ruiz.
“La intención del cartel de Los Salazar de ingresar a Chihuahua tras el enfrentamiento inicial provoca que el grupo rival La Línea envíe una cédula para detener la penetración” y que sería la que habría atacado a los autos en los que viajaban las dos familias del rancho La Mora, según precisó el jefe del Estado Mayor.
El tipo de carro en el que viajaban ambas familias es el que regularmente utilizan los grupos armados en esa región, según Mendoza Ruiz. Ese hecho validaría la hipótesis de que no fue un ataque directo al convoy de los estadounidenses.
Del rancho La Mora iban a salir inicialmente cuatro autos, pero uno se ponchó a la salida, de ahí que los tres vehículos que fueron atacados estaban llenos de pasajeros, agregó Mendoza Ruiz, que calificó la masacre de “hecho deplorable, y más por tratarse de menores y mujeres”.
“Los tres vehículos atacados salieron en tres momentos diferentes, lo que explica que un solo auto sufriera la primera agresión, y luego los otros dos la segunda agresión”, indicó el jefe del Estado Mayor, quien detalló que en la escena de los hechos hallaron más de 200 casquillos de bala, que fueron disparados por armas provenientes de Estados Unidos.
Según los mismos hechos, en el primer vehículo mueren baleados todos los ocupantes, una mujer y tres menores. El segundo se incendió por los balazos y los seis pasajeros -una mujer y seis niños- fallecieron calcinados. En el tercer carro la mujer fallece pero los seis niños a bordo pudieron salvar sus vidas. Cinco de esos menores fueron trasladados a Arizona, donde se recuperan de las graves heridas sufridas.
Sobre el sujeto que fue detenido en Agua Prieta, una localidad en la frontera con el estado de Arizona, cuando retenía a dos personas amordazadas y atadas en el interior de un auto y al que se señaló como sospechoso, el secretario de Seguridad Pública, Alfonso Durazo, dijo que “no está vinculado”.
En un principio, las autoridades señalaron al grupo “Los Jaguares” como posibles responsables del ataque, una vinculación que no ha sido descartada porque “la investigación sigue su curso y las conclusiones se pueden ir modificando”, aseguró el secretario de Seguridad Pública, Alfonso Durazo.
En cuanto a la posibilidad de que el FBI colabore en las investigaciones, el canciller Marcelo Ebrard, no lo descartó al tratarse una tragedia que afecta a una comunidad binacional, aunque dejó claro que “México tiene la absoluta resolución de esclarecer los hechos”.
(Editado por Olga Luna)