Procesan por tráfico sexual de adolescentes a detenido por FBI en Brooklyn
Fue atrapado en una operación encubierta; enfrenta hasta 50 años de cárcel
Hakeem Bennett fue detenido y llevado a la corte ayer por supuestamente “vender” a dos chicas adolescentes para tener relaciones sexuales.
Bennett, de 24 años, fue procesado ante un juez de la Corte Suprema de Brooklyn por una acusación de 10 cargos que incluyen tráfico sexual de un menor, un cargo de delito relativamente nuevo en Nueva York que los legisladores estatales agregaron a los libros el año pasado.
El hombre de Flatbush supuestamente “vendió” a dos chicas de 15 y 17 años para tener relaciones sexuales al publicar su número de teléfono en anuncios de acompañantes, y luego fingió ser ellas cuando negociaba con potenciales clientes.
Según documentos de la corte, los oficiales de policía de Nueva York atraparon a Bennett en una operación encubierta con la ayuda del Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados (NCMEC), que luego notificó al FBI.
El 3 de octubre, un oficial encubierto respondió a un anuncio de escolta que los federales le entregaron a la policía de Nueva York con fotos de tres menores, incluida la de 17 años, que había desaparecido recientemente.
El policía encubierto habló con Bennett y acordó pagar $250 dólares para tener relaciones sexuales con las presuntas víctimas en Flatbush.
Mientras las dos chicas y Bennett caminaban por la calle para encontrarse con el supuesto cliente, un equipo de oficiales detuvo al joven.
A medida que las autoridades investigaron el caso, se enteraron de que Bennett supuestamente había estado traficando a las menores durante varias semanas, usando su propio número de teléfono en el anuncio.
Bennett, quien enfrenta hasta 50 años de prisión si es declarado culpable, está detenido con una fianza de $250 mil dólares y debe regresar a la corte el 8 de enero de 2020.
Para presentar un caso de trata, antes los fiscales tenían que demostrar que una víctima menor de edad había sido forzada, estafada o coaccionada a la prostitución, independientemente del hecho de que los menores no pueden consentir en tener relaciones sexuales con un adulto.
Con muchas víctimas que no querían o no podían testificar contra sus proxenetas, muchos acusados en casos similares al de Bennett salían libres, comentó New York Post.