La yerba mate echa raíces en Brooklyn

Tres argentinas abren un local para degustar la infusión más popular de Argentina y preparan la venta en supermercados de sus mezclas

Carmen Ferreyra y Gretel Pellegrini, cofundadoras junto con la chef Fernanda Tabares, de Porteñas./A. B. N.

Carmen Ferreyra y Gretel Pellegrini, cofundadoras junto con la chef Fernanda Tabares, de Porteñas./A. B. N. Crédito: Impremedia

Hay varias cosas básicas que es necesario saber de la yerba mate. Los argentinos la beben mucho, lo hacen solos, en familia y con amigos, en cuyo caso lo más natural es que compartan el recipiente (llamado mate) y la bombilla (que funciona como pajilla o sorbete), que es como se bebe esta infusión. El agua caliente tiene que tener un punto óptimo de calor, 70 a 80 grados centígrados.

Otra de las particularidades de esta infusión es que a diferencia del café o del té no hay lugares en los que se vaya específicamente a degustarla. Es decir, no hay un equivalente de la cafetería para la yerba mate.

Hasta hace un año.

Si un día entra en un local en el que la oferta y el atractivo del lugar sea esta bebida alta en cafeína y antioxidantes, es porque probablemente esté en el barrio de Greenpoint, en Brooklyn.

Es donde hace un año tres argentinas abrieron Porteñas, un pequeño pero coqueto lugar en el que la oferta es esta bebida con un punto de amargor típica de su tierra. Carmen Ferreyra, Gretel Pellegrini y Fernanda Tabares decidieron dar un giro a sus vidas con una aventura empresarial que como dicen, “muchos argentinos nos dicen, con buena onda, que han pensado que podría ser una buena idea de negocio pero nunca lo han hecho”.

Las tres tienen sus profesiones. Tabares es chef en Argentina, Ferreyra es curadora de arte y Pellegrini es odontóloga. Las dos últimas viven en Brooklyn y son ellas las que convencieron a Tabares de lanzarse a esta aventura. “Es mucho trabajo”, les advirtió.

Ahora lo saben. Ferreyra y Pellegrini se refieren a Porteñas diciendo que es “como un hijo” y el local “su segunda casa”.

Pero estaban decididas. Ferreyra llevaba tiempo en Nueva York cuando conoció a Pellegrini en Buenos Aires. Ella estaba preparando su marcha a Indianapolis para trabajar como investigadora y allí terminaron las dos antes durante un tiempo antes de que en 2017 decidieran establecerse, una vez más para Ferreyra, en Nueva York.

“Cuando vinimos estábamos buscando un cambio. Las dos teníamos nuestras profesiones pero volvimos a la ciudad de otra manera”, explica Ferreyra.

“Nuestra idea siempre había sido hacer productos para venta al por mayor, que luego se vendieran en el supermercado, pero este es un producto nuevo para mucha gente y para saber lo que le gusta a la gente lo mejor es hablar con el cliente y ver qué puede funcionar”, dice de su decisión de abrir un local tipo cafetería.

En EEUU se puede comprar yerba mate. “No estamos inventando nada”, dice Ferreyra antes de que Pellegrini recuerde que hay pocas marcas y no hay mezclas (blends). “No proponemos solo la yerba mate tradicional compartida y de un solo gusto. Empezamos de cero y nos planteamos qué podíamos hacer con ella. Fernanda habló de ponerle cítricos, sabores, en hacerla en máquina expreso y fueron saliendo mezclas, cremas, mateccino, etcétera”, dice Ferreyra.

Estas empresarias consideraron que si se traía a un público nuevo había que cambiarlo porque lo tradicional no había funcionado y la yerba mate seguía siendo una bebida para argentinos.

Su oferta ahora contiene distintos mates con cinco sabores además de jugos de frutas con extracto de yerba mate.

El local Porteñas es pequeño y acogedor, decorado siguiendo líneas modernas, un lugar que invita a quedarse y en el que trabajan las dos dueñas y dos mujeres más durante casi todo el día. Tanto Ferreyra como Pellegrini mantienen sus ocupaciones anteriores y de hecho esta última está estudiando para poder ejercer la odontología en EE UU.

El local cumple un año desde su apertura aunque empezaron a preparar el plan de negocio en febrero de 2018 y ha variado mucho desde la primera vez que lo formularon. “Contamos mucho con la ayuda del consulado”, dice Ferreyra.

Y de la casera de su apartamento que fue la que les habló del local que había encontrado una amiga suya. “La renta era razonable”, dice Pellegrini de un lugar en el que tuvieron que poner mucha dedicación durante seis meses para poder abrir. Las amigas ayudaron con el diseño del local, del empaquetado y con las fotos.

Ahorros personales y una promoción en kickstarter para conseguir $15,000 (“nos dio para el vidrio de la fachada nada más”, dice riendo Ferreyra) inicialmente. Ferreyra hizo todos los cursos que programa la ciudad para empresarios y eso le abrió caminos y redes de contactos. “Nos llamaron para una campaña de American Express, para ser junto con otros seis más una imagen de los negocios de mujeres durante un mes.

Luego vino un préstamo de Renaissance Fund (SBA y Economic Development Corporation) justo cuando necesitaban capital para invertir.

Porteñas es la marca de yerba mate lanzada por tres empresaria argentinas en EEUU. /A. B. N.

Dicen que en el local, en el que también preparan las recetas de Tabares para las empanadas y alfajores entre otros productos, les está yendo por encima de las expectativas. “Sabíamos que no iba a haber una fila de gente en la calle esperando pero nos va bien y estamos dando a conocer el producto en el que creemos. La gente vuelve”, explica Pellegrini. Saben que recientemente alguien abrió otro local en San Diego con este producto y dicen que eso les valida la idea.

Ahora están en la fase de llevarlo a los supermercados. Se preparan para conversaciones, visitas, demostraciones, conversaciones y tienen ya contactos con dos grandes cadenas para vender sus mezclas de mates y sus jugos. “Es mucho trabajo, pero todo es mucho trabajo”, admiten de una labor que les deja poco tiempo para el descanso.

Pellegrini dice que nunca va a estar todo organizado y en orden pero “hay que tirarse a la pileta y nadar, si no te aventás te vas a quedar con el miedo de no tener los fondos… hay que salir a buscar”.

Carmen Ferreyra y Gretel Pellegrini, cofundadoras junto con la chef Fernanda Tabares, de Porteñas./A. B. N.

Aprendizajes

El negocio ha ido enseñando a Carmen Ferreyra y Greta Pellegrini nuevos caminos. Ambas  dicen encontrar inspiración en podcasts como How I built this y Masters of Scale. “Hemos aprendido que siempre va a haber muchos fuegos pero que no se pueden apagar todos a la vez, hay que tener prioridades”.

Pellegrini dice que ha aprendido del valor de la perseverancia y a la hora de planear solo tener una idea de por dónde van a venir las cosas.

Ferreyra añade que a la hora de trabajar en equipo han aprendido a saber cuándo callarse y cuándo apoyarse porque hay muchos altibajos y algunos son emocionales. “Y a dormir, he aprendido que no puede llevarse una las preocupaciones a la cama porque hay que descansar”.

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