Guía práctica para conocer los mejores antojitos yucatecos
La cocina tradicional yucateca es un grandioso legado de la cultura maya, se destaca por el uso de técnicas culinarias e ingredientes ancestrales. Conoce los principales platillos de la región ¡Los amarás!
Entre los grandes legados de la cultura maya, sin duda se encuentra la inigualable cocina tradicional yucateca. La gastronomía de Yucatán es una de las más populares en toda la República Mexicana, la cual se destaca por sus singulares técnicas culinarias antiguas y el uso de ingredientes ancestrales.
El sabor típico de la cocina yucateca se caracteriza por su personalidad, que en gran parte se deriva del los auténticos ingredientes y condimentos propios de la región; entre los principales se destaca el uso de pepitas de calabaza, el orégano, la cebolla morada, la naranja agria, el achiote, el chile habanero, la lima, los chiles dulces, el cilantro, las carnes como el cerdo y venado, el arroz, el frijol negro, el maíz, la piña y el cacahuate.
La comida yucateca es popular por sus platillos con nombres que son alusivos a diferentes regiones de la zona, si te interesa conocer más sobre esta legendaria gastronomía esta práctica guía de platillos te será de gran utilidad.
1. Panuchos y salbutes
Son dos de los antojitos mexicanos que no pueden faltar en todo buen conocedor de la cocina yucateca. Los panuchos son tortillas de maíz frita en manteca o aceite, que se rellenan de frijoles negros refritos (en Yucatán reciben el nombre de frijoles colados) y tienen la peculiaridad de servirse con guarniciones como cochinita pibil, cebolla encurtida, lechuga y tomate. La única diferencia con los salbutes es que la tortilla no va rellena, ambos platillos se asemejan a las famosas “gorditas” la diferencia se encuentra en el grosor de la masa.
2. Queso relleno
Este tradicional platillo yucateco se inspiró en Holanda, principalmente por el uso del queso Edam que se caracteriza por su presentación en bola. Se volvió muy popular en la zona al ser un producto que solía llegar al puerto de Chetumal desde Holanda. Rápidamente los habitantes de la región lo adaptaron como parte de uno de sus entradas más famosas, rellenándolo de picadillo de res con almendras, pasas, aceitunas, alcaparras, pimientos y varios condimentos; uno de los detalles más peculiares es que se baña en dos salsas: Kol, una salsa blanca y espesa que se elabora con el jugo del picadillo, azafrán y manteca; y chiltomate, salsa de tomate con un toque de habanero.
3. Papadzules
Uno de los platillos más populares en Yucatán, es de origen mestizo y una de sus principales características se debe a su gran variedad de ingredientes locales. Es un platillo exquisito elaborado con pequeñas tortillas de maíz rellenas de huevo, remojadas en una salsa de pepitas de calabaza, salsa de tomate y se espolvorean con queso fresco y cebolla.
4. Poc Chuc
El nombre de este platillo se deriva de las palabras mayas: pok (asar) y chuc (al carbón), se destaca por presentarse en un gran plato en el cual se sirve, carne de cerdo fileteada (que previamente se marina en una salsa molcajeteada de jugo de naranja agría, pimienta negra y ajo). Todo se prepara al carbón y se sirve con frijoles negros colados y habanero molcajeteado.
5. Sopa de Lima
No existe gastronomía yucateca sin la tradicional e inigualable sopa de lima, se elabora con una base de caldo de pollo y recado, con un toque cítrico único que se debe al uso de una variedad de lima Yucateca; se acompaña con pollo desmenuzado y chile dulce.
6. Tzik de venado
Es una especie de “salpicón de venado” su preparación original se cocina en el “pib” (el mismo horno en el que se elabora la tradicional cochinita pibil). Se trata de una receta elaborada con carne de venado cocida y deshebrada, a la que se le agrega jitomate, rábano fresco, cilantro, habanero, cebolla y jugo de naranja agria. Es la entrada perfecta para comerse con tostadas o tortillas de maíz.
7. Cochinita pibil
El platillo estrella de la cocina yucateca, se prepara en un horno llamado “pib” y se destaca por su preparación envuelta en hoja de plátano y horneada bajo la tierra. Se elabora con carne de cerdo marinada en achiote, jugo de naranja agria, sal y pimienta, el resultado es una carne suave y con un sabor lleno de personalidad.