Las medidas preventivas por el coronavirus si vives en un edificio de apartamentos
Las medidas comunitarias son igual de importantes que las personales
La gran mayoría de los estadounidenses están cambiando sus hábitos de limpieza del hogar e higiene personal con tal de no contraer la extendida enfermedad que provoca el coronavirus, y aunque muchos se mantienen recluidos en sus casas, algunos otros no pueden terminar con su paranoia al vivir alrededor de mucha gente, todos en el mismo edificio de apartamentos.
Todas las zonas de uso compartido como: las estancias, los pasillos, la terraza, el elevador, las escaleras, los buzones, la lavandería y, para aquellos con mayores lujos, el spa, la piscina y el gimnasio. Cualquier sitio genera preocupación entre los vecinos, si a eso le añadimos el exterior de la puerta de entrada del apartamento que puede estar en contacto con todos, el miedo por nuestro alrededor crece aún más.
Aunque parecen medidas extremas, algunos residentes prefieren no compartir elevadores, utilizar más las escaleras o lavan en tiempos inimaginables para tratar de evitar el contacto con otros de sus vecinos.
Las compañías, los consejos de administración de los edificios y las asociaciones de propietarios toman cada vez más medidas preventivas para reducir los riesgos de contagio dentro de sus inmuebles.
“Mi edificio tiene casi 600 residentes”, confirmó Travis Carroll, un agente de bienes raíces en la ciudad de Nueva York, a Realtor. “Todos los espacios comunes están cerrados y los muebles del vestíbulo ya no están. No se permite que los repartidores pasen la recepción, y ahora hay una pared de cristal de acrílico, como los cajeros bancarios, entre el equipo de recepción y los demás”.
Las grandes áreas de convivencia pública dentro de la construcción como son los gimnasios, jardines, salones han sido cerrados para evitar las aglomeraciones mientras dure la pandemia de COVID-19. Asimismo, se procura la limpieza y desinfección frecuente de las áreas comunes.
Las entregas de comida y otros productos se han ralentizado debido a que se les impide el acceso a personas del exterior y son los propios inquilinos quienes deben recoger su paquete personalmente en las aceras; si no se encuentran, el personal del edificio lo puede realizar con previo aviso.
Y cuando se confirma la presencia de algún vecino contagiado, deben seguirse protocolos de cuidado, no sólo para el resto de la comunidad, sino especialmente la integridad del enfermo. Los gerentes de edificios deben seguir las pautas de los Centros para el Control de Enfermedades y el Departamento de Salud al solicitar a las personas positivas que se sometan con voluntad a su cuarentena y continúen con las recomendaciones médicas. Sobre si se revela la identidad, es elección de cada residente.
La privacidad es muy importante cuando se vive con muchas personas alrededor y es imprevisible la reacción de todos los individuos, por lo que entre las recomendaciones se encuentran: informar de inmediato a las autoridades y vecinos sobre la confirmación de la enfermedad en la construcción sin señalar quién es, la inmediata desinfección de todo el edificio y, en el mejor de los casos, sólo indicar en qué planta se encuentra.
Mantener a la comunidad informada sobre todas estas acciones, ayudará a evitar el pánico y mejorar el control vecinal.