Un juez federal ordena a ICE a liberar a los migrantes que están en los centros de detención del sur de la Florida
La magistrada considera que los detenidos están recibiendo un "castigo cruel e inusual"
Un juez federal de Miami ordenó a las autoridades de inmigración de Estados Unidos a liberar a cientos de detenidos en tres centros de detención del sur de Florida al considerar que sus condiciones suponen un “castigo cruel e inusual”.
En una orden de 12 páginas que fue redactada por la jueza de distrito de Estados Unidos, Marcia G. Cooke indicó que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE por sus siglas en inglés) ha actuado con “indiferencia deliberada” en el tratamiento de sus detenidos.
Te puede interesar: La pesadilla de tres jóvenes argentinos varados en Miami por el coronavirus: casi no tienen dinero ni comida para mantenerse
Por esa razón, la magistrada ordenó a la agencia federal a que le diera un plan en el plazo de tres días sobre cómo iba a reducir la población reclusa de personas consideradas “no criminales” y que médicamente son vulnerables.
La agencia empezará a presentar informes sobre las condiciones. Además, ICE ya confirmó que también proporcionará máscaras a todos los detenidos y se las cambiará, por lo menos, una vez por semana.
“Hay pruebas que demuestran que ICE ha fallado en su deber de proteger la seguridad y el bienestar general de los peticionarios. El distanciamiento social en Krome no solo es prácticamente imposible, las condiciones empeoran cada día más. Además, ICE no pudo proporcionar a los detenidos en algunos centros de detención máscaras, jabón y otros artículos de limpieza, y no se aseguró de que todos los detenidos alojados en los tres centros de detención puedan practicar el distanciamiento social”, subrayó.
Te puede interesar: Una latina impulsa el “Reto de los Guantes” para mantener limpios los espacios públicos de Miami en época de coronavirus
Por eso, considera la juez, “tales fallas equivalen a un castigo cruel e inusual porque son ejemplos de indiferencia deliberada. En consecuencia, hay suficiente evidencia en este registro para determinar que las condiciones actuales en los tres centros de detención constituyen una violación de los derechos de la quinta y octava enmienda”.
La juez aclaró que aquellos detenidos con antecedentes penales no violentos y que tengan condiciones de salud subyacentes que califican para la liberación podrían tener otras alternativas como la libertad condicional o el monitoreo por GPS.