El virus nos hace vulnerables, los estafadores se crecen
Fraudes con el cheque de alivio y ventas piramidales complican las finanzas de los más confiados
El Covid-19 es un drama mundial que lamentablemente está siendo una puerta abierta para quienes no tienen problemas a la hora de hacer madera del árbol caído.
Cuando a la enfermedad se le suma la situación económica los niveles de vulnerabilidad se disparan y eso es el territorio donde operan los estafadores a sus anchas.
El IRS quiere que se sepa que hay quien está detrás de los cheques de alivio y a las llamadas falsas que se hacen rutinariamente por los estafadores para hacerse con pagos e información personal se suman aquellas que ahora tratan de arrebatar esta ayuda fiscal.
La autoridad fiscal quiere que los contribuyentes refuercen su vigilancia para que nadie firme el cheque que les llegue para otras personas y que no se crean las llamadas o tomas de contactos para “verificar” las informaciones de impuestos como condición para recibir el dinero.
Esta información, que ya tiene el IRS y no necesita que usted verifique, la puede usar el estafador para presentar una declaración falsa, comprometerle ante las autoridades y de paso quedarse con un reembolso que no le pertenece.
Desde la Comisión Federal de Comercio (FTC) y la Oficina de Protección al Consumidor Financiero (CFPN) se recuerda que el Gobierno no va a llamarle, mandarse un texto o contactarle a través de medios sociales para acceder a su pago.
Nunca.
Si tiene dudas sobre dónde está su dinero vaya a la página web del IRS, póngase en contacto con este departamento pero nunca haga click a ningún mensaje que le llegue y no haga caso a nadie que le llame diciendo que es de una agencia del gobierno y le pida hacer una transferencia, comprar criptomonedas o proporcionar información personal. La página coronavirus.gov le puede ofrecer la información más reciente que necesite.
La FTC quiere también que se mantenga la alerta sobre quienes prometen “proteger el sistema inmunitario frente al virus”, “mejorar las defensas” y rechazar la futura vacuna pero tomar jugos que una organización vende.
Y lo hace por tres motivos. El primero es que no hay evidencias de que ningún producto, natural o químico esté previniendo el contagio del virus o sean tratamientos para los enfermos. El segundo es que no es una oportunidad de negocio para nadie vender algo que no tiene efectos y menos a través de una red que se alimenta de captar más miembros para hacerla crecer y no tanto para vender el producto.
El tercer motivo es que hay negocios haciendo estas llamadas a este tipo de ventas y ya han sido apercibidos en varias rondas de comunicaciones. Muchos de ellos están dirigidos a captar a latinos y ofrecen sus remedios y sus oportunidades de negocio en español. En la última ronda de advertencias han sido apercibidas empresas como Youngevity International de California, Melaleuca de Idaho, Isagenix International y PlexusWorldwide de Arizona además de The Juice+ Company de Tennessee.