A Lizbeth Flores la golpearon con roca en la cabeza antes de sacarle los dientes en su viaje de EEUU a Matamoros
A más de una semana del crimen, no hay arrestados y tampoco pistas sobre el móvil del brutal asesinato
El Buró Federal de Investigaciones (FBI) se sumó a los esfuerzos investigativos que encabezan las autoridades en Matamoros, México, para esclarecer el caso por el asesinato de la joven de 23 años que residía en Brownsville, Texas, Lizbeth Flores.
Flores, de 23 años y a la que le sobreviven dos hijos, fue hallada muerta el 11 de agosto.
El asesino o los asesinos le arracaron los dientes y parte del cuero cabelludo.
La joven viajó, el 9 de agosto, desde su casa a la ciudad fronteriza, según el reporte de Telemundo que cita a su madre María Rubio.
La progenitora le dijo al citado medio que su hija visitaría al padre de sus hijos y que planeaba regresar más tarde ese mismo día.
Eso nunca ocurrió, y, el 10 de agosto, Rubio reportó la desaparición de su hija al Departamento de Policía de Brownsville.
El cadáver fue recuperado un día después en un terreno baldío en el libramiento Emilio Portes Gil. Las autoridades mexicanas confirmaron a KRGV-TV, que creen que la joven murió por un traumatismo contundente en la cabeza que pudo haber sido ocasionado por el impacto de una roca hallada en el lugar.
El móvil del crimen, al momento, se desconoce. Tampoco se tiene referencia del padre de los hijos de Flores.
Actualmente, la familia de la víctima realiza trámites con el Consulado de México para repatriar el cuerpo de la muchacha, quien se había graduado de la escuela secundaria Los Fresnos.