En vecindario de Corona los latinos retan el dolor del COVID-19 con arte al aire libre
Bajo la batuta de la artista escénica Shangela Di Marti, y siguiendo normas de protección, en el patio del restaurante el Trio, bailarines, cantantes, actores y "drag queens" hispanos, alientan a esa comunidad duramente golpeada
Desde que Nueva York comenzó a luchar contra la pandemia del COVID-19, miles de las muertes y contagios que se han contabilizado por el brote, se han registrado en Corona, en Queens, uno de los vecindarios de mayor presencia latina en toda la ciudad.
Corona sufrió, Corona lloró, Corona entró en caos, Corona fue golpeado duramente por el coronavirus, pero con el resurgir de la Gran Manzana en junio pasado con su proceso de reapertura en fases, y el aval para que los restaurantes pudieran ofrecer sus servicios en espacios exteriores, Corona ha tratado de levantarse. Como el Ave Fénix, ha ido renaciendo de sus cenizas, aunque ahora mismo también sea considerada una zona amarilla de alerta, debido a la proximidad de barrios donde los contagios han ido aumentando.
Y entendiendo que parte del renacer es “sanar las heridas y aprender a sonreír y sacar ánimo del fondo del alma, así a veces cueste mucho”, un grupo de actores, bailarines, animadores, DJs y ‘drag queens’ se ha dado a la tarea de usar el patio del restaurante Trío, ubicado en el 102-01 de la Avenida 44 de Corona, para tratar de dar un poco de alivio y distracción a la comunidad, a través del arte.
En el escenario, a seis pies del público, y considerado el único espacio donde es permitido no llevar cubrebocas, solo mientras dura cada presentación, las bailarinas Izel Ollín y Nelly Fontini, contagian de alegría a los asistentes con su talento para las danzas folclóricas y encantan con sus trajes típicos. Lo mismo hace Raquel Duval, vestida con su atuendo en honor al país azteca, mientras presenta los números artísticos. Y con su presentación de transformismo y un traje multicolor que acompaña con un tocado de flores en la cabeza, Ashley De Queen, pone a latir los corazones de los presentes a mil, quienes no paran de grabar, con brillo en sus ojos. Están ahí todos, como un equipo de héroes desde otro frente, para sanar el alma.
“Mi trabajo es subirle el ánimo a la gente”
“Yo soy comediante, y aunque al principio me resultaba raro tratar de hacer un show en medio de tanto dolor y la tristeza que nos dejó el COVID, entendí que parte de mi trabajo es subirle el ánimo a la gente. Por eso en nuestro evento ‘Noches Mexicanas de Cabaret’, la misión ha sido dar un poco de alegría a quienes vienen a sentarse en nuestro patio”, asegura Fernando Palapa, más conocido como Shangela Di Marti, quien es el director artístico del proyecto. “Es como un shot para olvidarse de todo lo que está pasando. Es un reto, pero como buenos latinos e inmigrantes, con los invitados que traemos siempre, entregamos el alma para lograr nuestro cometido y nuestro mejor premio es verlos irse sonriendo y de paso a nosotros nos representa un ingreso y al restaurante también”.
El mexicano, originario de Ecatepec de Morelos, en el estado de México, quien estuvo más de 5 meses sin trabajo debido a la pandemia, agrega que manejar los shows de los lunes en el restaurante Trío, lo tomó por sorpresa, en una mezcla de sentimientos encontrados. Recibió la oferta, tras el fallecimiento de Yimel Alvarado, quien manejaba la parte artística del lugar y quien fue una de las miles de víctimas mortales que dejó el coronavirus en ese vecindario de Queens.
“Duele mucho la partida de Yimel, pero quiero seguir su legado en un momento en que urge tener motivos para sonreír. Sabemos que el encierro y el sentir que a los inmigrantes nos abandonaron por completo en cuanto a ayudas económicas se refiere, causó más dolor en nuestra comunidad, y espacios como estos sirven para liberar tensiones y frustraciones, porque muchos todavía están mal, y hay que darles una mano para subir el ánimo y hasta el autoestima”, agrega el artista, quien lleva más de 12 años en el mundo del entretenimiento y las artes escénicas.
Di Marti confiesa que espera que pronto se contenga el auge que el virus está teniendo en varios vecindarios de Nueva York, y que la Ciudad extienda los permisos para que los restaurantes puedan seguir ofreciendo servicios en espacios exteriores, a fin poder continuar con sus shows. Ante la inminente llegada del frío, en el Trío ya se han adecuado con una especie de carpa e incluso calefacción.
Con los tapabocas puestos
Y aunque metido en su personaje trata de mantener el glamur, Shangela, al igual que el resto de artistas, meseros, mánagers, busboys y asistentes del lugar, ya incluyeron los tapabocas como parte infaltable de su vestuario.
“Siempre que estamos aquí, andamos con los cubrebocas puestos, somos muy estrictos sobre el distanciamiento social, y las mesas separadas unas de las otras para garantizar y cumplir con las normas de protección que son por el bien de todos. No podemos aflojar las medidas de precaución“, dice el artista, quien tiene claro que si los contagios en Corona aumentan, deberán acabar con la función. “Ojalá que no sea ese el caso, pero si es necesario y pese a que nos afectaría mucho, lo vamos a acatar, porque no vamos a jugar con nuestra salud ni la de los demás ni poner a nadie en riesgo”.
Deyanira Santamaría, propietaria del restaurante Trío, confiesa que no todos ven con buenos ojos que se estén realizando allí shows en el patio, de viernes a lunes, por temor a contagios, pero defiende su proyecto y garantiza que son muy estrictos con las medidas de seguridad.
“He recibido críticas, pero hemos tomado todas las precauciones. Yo aquí no permito que entre nadie sin máscara, a veces hay gente que no quiere usarla y dice: ‘igual nos vamos a morir todos’, pero soy muy estricta en decir: ‘No. Tenemos que pensar en la gente a nuestro alrededor. Hemos pasado por momentos muy difíciles y estresantes con el COVID, en cuestión económica y haber visto morir a muchos clientes y amigos, pero tenemos claro que en medio de la tempestad, en la que todavía estamos, hay que seguir viviendo y llevar un poco de alegría a la gente, pero con precauciones”, dice la mexicana, quien siente que habrá luz al final del túnel.
“No vamos a darnos por vencidos, porque la historia no se equivoca y si otros han superado las pandemias ¿por qué nosotros no?”, comenta Santamaría, enviando un mensaje de aliento a su comunidad. “Pero tenemos que hacer nuestra parte, tenemos que seguir las normas, seguir creyendo en nosotros, y creyendo en los otros, seguir soñando, seguir rindiendo tributo al arte, y seguir viviendo en medio del dolor, con la esperanza de que todo va a estar mejor”.