5 tips para que calmes la ansiedad de tus preocupaciones diarias

Lidiar con las preocupaciones no es un fuerte de todas las personas, lo que puede afectar nuestra salud mental. Sin embargo, esto puede resolverse con facilidad si aplicamos las técnicas sugeridas por Ad Kerkhof, psicólogo clínico de la Universidad de Ámsterdam.

En entrevista con BBC Mundo, Kerkhof señala que preocuparnos todos los días por las mismas cosas es perjudicial para nosotros, por lo que gestionar estas preocupaciones es útil para que logremos aplacar la ansiedad.

1. Establece un tiempo para las preocupaciones

Contrario a lo que comúnmente se piensa, convencernos a nosotros mismos de no preocuparnos no es un método que sirva para la mayoría de personas, que pueden incluso acentuar dichas preocupaciones y hacerlas más difíciles de resolver.

Por esto, una forma de lidiar con ellas es establecer periodos diarios dedicados exclusivamente al manejo de estas preocupaciones. Este método no las anula, sino que las pospone para que trates con ellas en un momento adecuado.

2. No te preocupes en lugares de descanso

Emplear este “tiempo para la preocupación” en los espacios en que te relajas no es una buena idea, y una de las razones es que el estrés que supondrá dicho periodo evitará que repongas tus energías y te sientas renovado.

De ser posible, emplea este tiempo de preocupación en lugares o circunstancias que no representen un espacio de ocio de modo que los sitios que te sirvan de descanso te permitan recuperarte del estrés y la ansiedad.

3. Piensa en cosas o recuerdos positivos

Dado que el tiempo de preocupaciones puede ser una gran fuente de estrés en nosotros, porque estaremos lidiando con aquello que nos aleja del bienestar, es recomendable que pensemos de inmediato en un recuerdo o sensación positiva para poder recuperarnos anímicamente.

Piensa en un momento que te haya hecho feliz, orgulloso o relajado, y repite este u otros pensamientos similares por unos cuantos minutos para sobrellevar tus preocupaciones y ansiedad.

4. Busca distracciones

Es posible que le dediques más tiempo del necesario a pensar en tu preocupación por la gravedad de la misma. En estos casos, es necesario que busques algún tipo de distracción que logre entretener tu mente y lidiar con la ansiedad.

Algunos distractores comunes y útiles para esto son la lectura de un libro, escuchar música, llamar a un amigo, hacer ejercicio, y todo aquello que te sirva para enfocar tu atención en otra cosa.

No es una técnica para ignorar los problemas, sino de aplazarlos por un momento y así poder enfrentarlos en el momento adecuado.

5. Toma todo el tiempo que necesites

Por último, no debes angustiarte si estas técnicas no surten el efecto deseado cuando las apliques por primera vez. Cada persona tiene su propio ritmo y sus maneras, por lo que tomarte tu tiempo no es nada que debas reprocharte.

Dominar estas técnicas para el manejo de las preocupaciones lleva su tiempo, por lo que no deberías apurarte a ti mismo a amaestrarlas, porque eso solo causaría el resultado contrario al deseado.

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