El exmarido de Kelly Clarkson le pide medio millón de dólares tras haber obtenido la custodia de sus hijos
Brandon Blackstock ha solicitado que la intérprete le abone una pensión mensual
La cantante Kelly Clarkson se ha hecho con la custodia principal de los dos retoños procedentes de su extinto matrimonio con Brandon Blackstock, como se desprende de la última vista oral celebrada en el marco de su proceso de divorcio con el productor. Sin embargo, solo unos minutos después de que se diera a conocer públicamente la decisión tomada por el juez, el citado Brandon ha solicitado que la intérprete le abone una pensión mensual cuyo valor ronda los 500.000 dólares, de los cuales más de 100.000 irían destinados a la manutención de los menores cuando estén bajo los cuidados de su padre.
Fuentes del entorno de la artista, quien ya aseguró en su momento que no se pronunciaría personalmente sobre los entresijos de sus visitas a los juzgados, han dejado patente en conversación con la revista People la indignación que sentiría la intérprete ante las exigencias económicas de su exmarido, las cuales califican de “poco razonables” al chocar frontalmente con la actitud de cooperación que habría exhibido Kelly en todo momento.
“Ha sido igual de poco razonable en sus peticiones para el apoyo financiero del cónyuge y de los hijos, así como en lo relativo a las tarifas de sus abogados. Brandon cree que tiene derecho a recibir de Kelly 301.000 dólares solo para sus gastos y 135.000 para sus hijos, cuando lo cierto es que Kelly se ha ofrecido a pagar de su bolsillo todo el dinero que necesiten ellos”, ha explicado un informante a la mencionada publicación.
Poco antes de que el magistrado que dirime la disputa subrayara la necesidad de que los hijos de la pareja, River Rose y Remington Alexander, estén fundamentalmente, y de momento, bajo la responsabilidad de su progenitora, los abogados de Kelly Clarkson habían facilitado varias declaraciones al tribunal que hacían hincapié en la “falta de confianza” que existía entre la expareja y, por tanto, en su argumento de que era ella quien debía ejercer la tutela principal en su crianza y educación.