Biden recibe en público la primera dosis de la vacuna contra el coronavirus
El presidente electo demuestra así a todos los estadounidenses que es seguro aplicársela
El presidente electo, Joe Biden, se puso en la tarde de este lunes la primera dosis de la vacuna de Pfizer contra el coronavirus en el hospital ChristianaCare de Newark, Delaware. La futura primera dama, Jill Biden, también se vacunó el mismo lunes pero más temprano.
“Estoy preparado”, dijo Biden antes de que la enfermera Tabe Masa le aplicara la primera dosis. El exvicepresidente rechazó la opción de contar hasta tres antes de que Masa le inyectara la aguja en el brazo izquierdo, según informa Associated Press. “Estoy haciendo esto para demostrar que la gente tiene que estar preparada cuando haya disponibilidad para ponerse la vacuna. No hay nada de lo que preocuparse“, añadió.
La vacuna Pfizer requiere de dos dosis para conseguir una efectividad del 95%, por lo que el matrimonio Biden tendrá que aplicarse la segunda dentro de unas semanas. El equipo de transición del exvicepresidente aún no ha adelantado la fecha exacta.
La vacunación del presidente electo llega una semana después que se empezaran a aplicar las primeras dosis de Pfizer al personal sanitario. Ya ha finales de la semana pasada se vacunaron en público el actual vicepresidente, Mike Pence, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell.
Al hacer públicas sus vacunaciones, estos personajes públicos tratan de generar confianza en la vacuna para que buena parte de la población estadounidense se anime a recibirla y que se pueda alcanzar cuanto antes la llamada inmunidad de rebaño.
También a finales de la semana pasada, la Administración de Alimentos y Fármacos (FDA, por sus siglas en inglés) aprobó la vacuna de Moderna, que será la segunda que se distribuye en Estados Unidos y que permitirá que millones de estadounideneses más puedan vacunarse.
Este mismo lunes, las dosis de Moderna empezarán a llegar a los estados. Se une así al arsenal de Pfizer repartido por rincones de todo el país y que pretende poner freno a una enfermedad que se sigue propagando peligrosamente y que ya se ha cobrado la vida de más de 317,000 personas en EE.UU., según los datos de Associated Press.
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