Autorizan servicio interior de restaurantes en NYC al 25% de su capacidad desde el Día de San Valentín
Asociaciones y alianzas que representan a esta industria no se conforman: exigen al gobernador Andrew Cuomo permitir un 50% de los clientes de manera inmediata
“Es inaceptable e incorrecto”, en pocas palabras fue la reacción de portavoces de la Asociación Latina de Bares y Restaurantes de Nueva York (NYSRBLA) ante el anuncio este viernes del gobernador Andrew Cuomo de permitir que estos establecimientos de la Gran Manzana podrán ofrecer nuevamente servicio interior a partir del Día de San Valentín, solo al 25% de su capacidad.
Jefrey García, líder de NYSRBLA, aseguró que la industria recibió otro “plomazo en el ala” cuando la expectativa era que se permitiera atender al 50% en el interior de estos comercios, tomando en cuenta la variable de este clima invernal que desmotiva a los comensales a estar en las afueras.
“No entendemos si los números de infección del COVID-19 están bajando, como el mismo Gobernador aclara, porque no se puede permitir operar igual que Long Island, Westchester o Nueva Jersey, si incluso allí la tasa de hospitalizaciones y contagios están más altas. ¡No entendemos cuál es el criterio!” reaccionó García.
El vocero de esta asociación asegura que los pequeños emprendedores gastronómicos latinos de los vecindarios de El Bronx, Queens y el Alto Manhattan son los que más sufren las consecuencias de estas medidas restrictivas.
“Los trabajadores están desesperados por volver a trabajar. Por qué debemos esperar dos semanas. Viene un día muy importante desde el punto de vista comercial como el Super Bowl. Y estaremos cerrados. Todo nuestro gremio hizo inversiones importantes para la seguridad de los clientes y dolorosamente muchos están en la quiebra”, subrayó.
¡Abran los restaurantes!
La Asociación Latina de Bares y Restaurantes de NY viene haciendo una campaña que exige a las autoridades “¡Abran los restaurantes ya! bajo el argumento de que apenas el 1.74% de las nuevas infecciones se producen en el interior de estos establecimientos.
El pasado 11 de diciembre ante la elevada ola de casos de coronavirus en la Gran Manzana, el Gobernador emitió una orden ejecutiva para el cierre del servicio interior de los restaurantes, que castigó a centenares de locales pequeños que no tuvieron la opción de extender mesas en aceras y calles.
Según los datos de la ciudad de Nueva York, el total de casos en los cinco condados ha bajado un 4.2% en los últimos siete días en comparación con el promedio semanal del mes anterior. Mientras que el número de hospitalizaciones ha descendido un 5.4%. Las muertes confirmadas son más o menos planas durante el mismo período de tiempo.
“Estamos tomando medidas y decisiones basados en los números, no en ninguna presión. Ahora con la aparición de nuevas variantes del COVID-19 debemos evaluar esta situación día a día. Nuestro consejo científico será la base de nuestras políticas de apertura de la válvula económica. El Día de San Valentín da tiempo para que la industria se prepare. Y los comensales empiecen a hacer sus reservaciones”, dijo Cuomo este viernes.
Sigue el ‘toque de queda’
Este anuncio que fue recibido con “poca emoción” por los comerciantes y los miles de trabajadores afectados se produce pocos días después de que el Gobernador indicara que no tenía planes de autorizar el regreso de las comidas bajo techo en la ciudad en el corto plazo. Su administración ha sido golpeada por una serie de demandas de diferentes restaurantes y grupos de la industria para reabrir estos establecimientos.
Pese a las presiones de la industria de la hospitalidad en la ciudad de Nueva York, que amenazó al mandatario estatal con demandas judiciales, se mantiene el ‘toque de queda’ a las 10:00 p.m en estos establecimientos.
La autoridad estatal no descartó volver a agregar más restricciones si el virus cambia de rumbo una vez más, pero aclaró que está tratando de sopesar los costos de mantener cerrados los restaurantes y diezmar aún más la industria.
La medida se produce inmediatamente después de que varias ciudades importantes abrieran el servicio interior la semana pasada, incluidas Chicago, Washington D.C. y Filadelfia.
Statement on reopening indoor dining in New York City 👇🏻@theNYCalliance pic.twitter.com/nSvHiTbDm5
— Andrew Rigie (@AndrewRigie) January 29, 2021
140,000 empleos perdidos
El director ejecutivo de ‘NYC Hospitality Alliance’, Andrew Rigie, compartió en su cuenta twitter que estos negocios están listos para abrir ahora mismo y con más capacidad, porque por meses se han preparado para garantizar la salud de sus clientes.
“Es doloroso para el corazón de esta industria que mientras se sigue limitando nuestros negocios al 25%, en otras ciudades del Estado en donde los promedios de contagios son mucho mayores, se permita un 50%. Ya se han perdido 140,000 puestos de trabajo en bares y restaurantes”, especificó el líder gremial.
Cuando el pasado otoño se autorizó la reapertura de las áreas internas de estos negocios a un cuarto de su capacidad, no fue rentable para muchos emprendedores gastronómicos con espacios comerciales reducidos a seis u ocho mesas, quienes reportaron que debieron cortar más de la mitad de sus empleados.
Para otro grupo reducido, el asunto fue peor, porque al no poder controlar adecuadamente el comportamiento de algunos clientes fueron objeto de multas de miles de dólares. Y hasta suspensiones de licencias de licores por parte de los inspectores de salud del Estado.
“Conocemos de algunos agremiados que se les multó hasta con $10,000 dólares simplemente porque los clientes caminaban sin máscara, o porque se mantenían a las puertas del negocios en las aceras”, comentaron fuentes de NYSRBLA.
Una industria que el COVID-19 está liquidando:
- 27,000 bares y restaurantes operaban en la Gran Manzana previo a la pandemia.
- 10,300 pudieron ofrecer servicio al aire libre desde la Fase 3 de la reapertura económica en la ciudad de Nueva York que se inició el pasado 21 de junio.
- 72 días de servicio interior solo para el 25% de los clientes fue el tiempo que pudieron facturar miles de restaurantes entre el 30 de septiembre y 11 de diciembre del año pasado por las restricciones pandémicas.
- 198 días entre el cierre general de la economía en marzo y el inicio de la Fase 3 en julio significó miles de dólares en pérdidas para miles de estos comercios, a los cuales solo se les permitía servir sus platillos para llevar.
- 50% del total de estos establecimientos hasta el pasado mes de diciembre corrían el riesgo de cerrar definitivamente sus puertas ante los efectos devastadores de la pandemia.
- 88% de estos comercios hasta diciembre tenían algún mes de renta pendiente.
Comer en un restaurante en tiempos de COVID-19
- Se requerirán controles de temperatura en la puerta para todos los clientes.
- Prohibido el servicio de bar: este espacio se utilizará para preparar bebidas y servirlas.
- Se sugiere que los comensales hagan reservaciones previas.
- Los clientes deben usar las máscaras en todo momento cuando no estén sentados en una mesa.
- Las mesas deben estar a seis pies de distancia.
- Los restaurantes deben cerrar a las 10 p.m
- Los establecimientos deben operar con estándares mejorados de filtración de aire, ventilación y purificación.
- La industria debe proveer a su personal material de protección mínima como máscaras y desinfectantes.