Mujeres y la equidad salarial
Para que una hispana gane lo que obtuvo un hombre en 2020 tiene que trabajar hasta octubre de este año.
Si algo ha quedado demostrado este doloroso año de pandemia es que la mujer en general ha sido la que ha llevado la peor parte. Ellas han estado allí dando la cara desde diferentes trincheras. Sin embargo, una vez más siguen quedando rezagadas a la hora de recibir una paga equitativa.
Precisamente la Oficina del Censo ha dado a conocer que las mujeres pese a ser mayoría en los trabajos esenciales como el cuidado de la salud y la educación, reciben remuneraciones más bajas que las de los hombres en los mismos empleos.
Las mujeres ganaron 82 centavos por cada dólar obtenido por los hombres. Aunque la brecha se achica un poco, la disparidad es evidente.
Según el Censo, en 2019 las mujeres ocupaban el 90% de los trabajos en el cuidado personal, el 86% en tareas de apoyo al cuidado de la salud, el 73% del personal técnico en la salud, el 72% de los empleos en educación, leyes, servicios comunitarios, artes y medios. Esto demuestra el papel crítico de la mujer en empleos directamente relacionados con la salud en tiempos de pandemia.
Lamentablemente a la hora de recibir el cheque, ellas notan la diferencia. Por ejemplo, la remuneración media de los enfermeros fue de 73.603 dólares y la de las enfermeras fue de 68.509 dólares.
No podemos dejar pasar por alto esta inequidad salarial. Tal como dijera esta semana la estrella de fútbol Megan Rapinoe -en su intervención ante un Comité del Congreso, las mujeres no tienen por qué seguir siendo pacientes sobre el tema de remuneración.
“Ya no tenemos por qué esperar”, les dijo Rapinoe a los congresistas mandando un mensaje claro de que se debe poner coto a la marginación salarial por género.
Cómo es posible que en los últimos 25 años la brecha sólo se haya reducido en 8 centavos. Y la tendencia actual indica que pueden pasar hasta tres décadas antes de que se logre cerrarla por completo.
En cuanto a las minorías, los números indican que las afroamericanas tendrían que trabajar hasta el 3 de agosto de 2021 para ganar lo que ganaron los hombres en 2020. Para las mujeres latinas, la fecha no llega sino hasta el 2 de octubre.
Los números están allí. Es la triste realidad. Es una vergüenza que Estados Unidos se encuentre entre los países donde la inequidad salarial sea tan marcada.
Por eso esperamos que esta vez sí haya voluntad política en el Congreso para hacer las cosas bien con la aprobación de verdaderas legislaciones que garanticen un pago equitativo. No hay tiempo que perder y mucho que ganar.•