Por qué el nuevo plan económico de Biden sería de gran beneficio para latinos
El proyecto de $2 billones de dólares contempla inversiones en infraestructura, escuelas, servicios médicos
Durante su campaña electoral, el presidente Joe Biden prometió un proyecto que llamó “Build Back Better” (“Reconstruir mejor”) que contempla una visión distinta sobre la infraestructura y la creación de empleos con un enfoque tácito en las comunidades de color, incluidas las latinas. Esta semana, el mandatario está dando el primer paso en firme para cumplirlo.
El proyecto de empleos estadounidense del demócrata contempla inversiones de $2.25 billones de dólares en forma multianual e integra planes para mejorar la vivienda y servicios, la infraestructura y transporte, la atención a los más vulnerables y el desarrollo tecnológico pensando en el futuro.
No se trata de enviar ayuda directa a familias, sino de generar las condiciones que les permitan conseguir trabajos mejor remunerados al tiempo que su calidad de vida aumenta con el acceso a mejores servicios en un amplio rango, incluidos servicios de internet o acceso médico, como explicó el economista Andrés Vinelli, vicepresidente de Políticas Económicas del Center for American Progress (CAP).
Las comunidades de color, incluidos afroamericanos, latinos o indígenas americanos, verían beneficios en distintos niveles, enfrentando el racismo que está “impreso en la legislación laboral americana”, por lo que no se otorgan los mismos beneficios a quienes trabajan en ciertos sectores, como los latinos en la agricultura o aquellas personas que trabajan en el cuidado del hogar, indicó el experto en entrevista.
“Este paquete económico va a ayudar a revertir eso, dándole, por ejemplo, mejor ingreso a la gente que trabaja en el cuidado en el hogar, a las enfermeras”, señaló. “Hay que tener en cuenta que las comunidades de color, afroamericanos y también las mujeres… han recibido menor salario por la misma cantidad de trabajo… Esta legislación tiene cláusulas que integra igual pago por igual tarea”.
En el proyecto adelantado por la Casa Blanca se enfatiza el concepto “comunidades de color”, se repite en al menos 15 de los más importantes proyectos.
“Esta vez no vamos a dejar atrás comunidades que han sido excluidas sistemáticamente durante generaciones. Esto incluye comunidades de color y rurales”, indica el plan.
Lo que busca la Administración Biden es generar igualdad en el acceso de servicios, la misma calidad para la mayoría de las personas posibles que aspectos básicos, como recibir agua libre de plomo o ampliar el acceso a internet, sean el nuevo estándar, un piso más parejo.
El plan del presidente contempla, entre otros: propuestas para mejorar el agua potable, mejorar el transporte, ampliar la banda ancha de internet, mejorar la infraestructura con impacto directo en la vivienda y servicios básicos.
“Las personas de color y las personas de bajos ingresos tienen más probabilidades de vivir en áreas más vulnerables a las inundaciones y otros eventos climáticos relacionados con el cambio climático”, reconoce la Administración Biden. Cita que a raíz del huracán Harvey, los residentes negros e hispanos tenían el doble de probabilidades que los blancos de reportar haber experimentado un impacto en sus ingresos.
La modernización de escuelas, por ejemplo, también busca reducir la brecha entre comunidades más vulnerables y otras con mayor acceso a educación de alto nivel.
“Demasiados estudiantes asisten a escuelas y centros de cuidado infantil que están deteriorados, son inseguros y presentan riesgos para la salud”, se apunta. “Estas condiciones son peligrosas para nuestros niños y existen de manera desproporcionada en las escuelas con un alto porcentaje de estudiantes de bajos ingresos y estudiantes de color”.
Vinelli destacó que este proyecto es a mediano plazo, pero sus resultados se verán en la vida cotidiana de las personas.
“Hay dos partes, todo lo que es proveer de mayor rapidez en internet, fabricar hogares, mejorar la calidad del sistema eléctrico, todo eso mejora la calidad de vida”, indicó. “La segunda parte es que esto redunda en que la gente puede ser mucho más productiva. No sólo vive uno mejor… cuando tienen una vivienda que es más segura, uno puede dedicarse mejor al trabajo, con más tranquilidad… la gente puede tomar riesgo, si uno quiere iniciar un emprendimiento propio”.
Las dificultades
El proyecto, que requiere la aprobación del Congreso, enfrentará dificultades con los republicanos, sobre todo en el incremento de impuestos para quienes ganan más de $400,000 dólares al año.
Vinelli adelantó que si bien habrá dificultades entre republicanos habría que estar atentos a si su poca empatía desoye a los empresarios, quienes quizá rechacen mayores gravámenes, pero que respaldan la creación de mejor infraestructura, porque eso redunda en mejorar la producción y la capacidad de suministro.
El economista del CAP indicó que el plan del presidente Biden enfoca aumentos de impuestos “a la gente que es rica, que está al máximo de ingresos”, agrega.
Los republicano ya han comenzado a establecer su ruta crítica contra el proyecto, sobre todo en cuanto al “impuesto corportativo”.
“Ningún presidente ha subido jamás los impuestos a las empresas para recuperarse de una crisis económica. Esto no podría llegar en peor momento”, dijo el representante Kevin Brady (Texas) en Fox Business.
Los demócratas no han dejado claro si aplicarán la regla de Reconciliación para asegurar la aprobación al proyecto, pero incluso con esa ruta deberán convencer a gente como Joe Manchin (West Virginia), quien se ha vuelto un peligro en el Senado para romper la mayoría. El líder Chuck Schumer (Nueva York) defendió el proyecto.
“Abordar la infraestructura, el clima y la justicia ambiental al mismo tiempo, además de crear millones de empleos bien pagados, es la combinación perfecta para enfrentar los desafíos que Estados Unidos enfrenta en este momento”, dijo Schumer. “Todas las comunidades, grandes y pequeñas, rurales, suburbanas y urbanas se beneficiarán”.