¿Por qué preocupa el enriquecimiento de uranio que anunció Irán?

Irán anunció que enriquecerá uranio a 60%, más cerca de nivel de bomba atómica, tras presunto sabotaje a una de sus plantas nucleares.

¿Cómo y para qué se enriquece el uranio?

El anuncio de Irán de enriquecer uranio al 60 por ciento elevó nuevamente las tensiones con Estados Unidos, país al que Teherán exige levantar las sanciones económicas en su contra.

Este es el aspecto más sensible del programa nuclear de Irán. Gracias a la tecnología del enriquecimiento de uranio, el país podría llegar a fabricar una bomba atómica, aunque siempre ha negado tener ese objetivo, y expertos alertan que está lejos de alcanzar esa capacidad.

Pero, ¿qué es y para qué sirve el enriquecimiento de uranio? Lo explicamos.

PROCESO Y USOS

Máquinas centrifugadoras en la central nuclear de Natanz, en Irán.

Enriquecer uranio, en términos simples, ayuda a generar energía y es un proceso que se utiliza en las centrales nucleares. En la naturaleza, el uranio se encuentra de una forma en que no puede ser utilizado para un reactor nuclear.

Entonces, el enriquecimiento consiste en aumentar los isótopos fisibles del uranio 235, que en un primer tiempo es convertido en hexafluoruro de uranio (UF6), luego enriquecido, especialmente en centrifugadoras.

Al fisionarse (dividirse), se generan otros componentes de menor masa atómica y se produce una elevada cantidad de energía calorífica por la famosa ecuación de Albert Einstein E=MC2″.

Sociedad Nuclear Española

El uranio natural, tal como se extrae de tierra, está compuesto en un 99.3 por ciento de uranio 238, no fisible. La parte fisible, el uranio 235, solo es el 0.7 por ciento.

Enriquecido a entre 3 y 5 por ciento, este uranio sirve para alimentar las centrales nucleares para la producción de electricidad.

Hasta el 20 por ciento, sirve para producir isótopos médicos, utilizados especialmente en el diagnóstico de algunos cánceres.

Para fabricar una bomba, el enriquecimiento debe ser llevado hasta el 90 por ciento.

DE 3.67% A 20%

Central nuclear de Irán en Natanz, que presuntamente fue saboteada.

Según los acuerdos logrados en Viena en 2015 con las grandes potencias (Estados Unidos, Alemania, Francia, Reino Unido, China, Rusia), Irán convino limitar el nivel de enriquecimiento a 3.67 por ciento para un límite de 202.8 kilos (o 300 kilos equivalente UF6).

Pero en respuesta a la decisión en 2018 de Donald Trump de retirarse del acuerdo, se fue apartando progresivamente de sus compromisos.

Irán enriqueció en un primer tiempo hasta el 5 por ciento. Según el último informe de la Agencia internacional de energía atómica (AIEA), encargada de vigilar las actividades nucleares del país, la cantidad de ese uranio ligeramente enriquecido superaba a mediados de febrero en 14 veces el límite autorizado: alcanzó entonces 2 mil 967.8 kilos.

En enero, Irán inició el proceso para subir a 20 por ciento. Sus reservas enriquecidas en esa tasa suben ahora a 55 kg, según datos recientes de la Organización de la energía atómica iraní.

60%, UN UMBRAL INÉDITO

Este martes, la República islámica anunció su intención de pasar a 60 por ciento, un umbral inédito para Irán según los expertos.

Los iraníes “nunca fueron más allá del 20 por ciento”, subraya Robert Kelley, ex director de inspecciones de la AIEA.

Y además, de manera paralela, aumentaron fuertemente el número y los logros de sus centrifugadoras para “producir más, mejor y más rápido”. En total, el número de máquinas pasaron de 5 mil 60 antes del acuerdo de 2015 a más de 6 mil 400 en febrero.

Sin embargo Kelley pidió prudencia. “Es un gran paso adelante”, “una provocación”, pero no “es suficiente” para fabricar una bomba atómica, dijo.

Si Irán está tal vez en capacidad de producir mucho uranio en los años futuros, después hay que convertirlo en arma y adaptarla a un misil, lo que “requiere muchas etapas” (compuestos químicos, explosivos, aspecto electrónico.), dice el experto.

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