Asexualidad: el ascenso de la orientación sexual “invisible”

Oculta durante mucho tiempo, la asexualidad es cada vez más visible. Esto puede ayudar a jóvenes a encontrarse a sí mismos y cambiar la manera en que pensamos sobre la sexualidad.

En Estados Unidos, Marisa Manuel, de 28 años, tenía problemas para ponerle nombre a su orientación, pero ahora acepta su identidad asexual.

En Estados Unidos, Marisa Manuel, de 28 años, tenía problemas para ponerle nombre a su orientación, pero ahora acepta su identidad asexual. Crédito: Marisa Manuel | Cortesía

En una transmisión en video en vivo el pasado 6 de abril, la modelo y activista asexual Yasmin Benoit, que vive en Reino Unido, moderó un panel con participantes de Bélgica, Brasil, Vietnam, Pakistán, Nepal y Nigeria.

Todos se sitúan a ellos mismos en algún lugar del espectro asexual y/o arromántico.

Los panelistas debatieron sobre su implicación en la comunidad asexual de sus respectivos países, como parte de un evento por el primer Día Internacional de la Asexualidad.

Sus experiencias varían, desde quienes reciben mucho apoyo a quienes están en peligro.

En Bélgica, Martine dijo que ha encontrado apoyo e inclusión desde el gobierno y la comunidad LGBTQ.

Del otro lado, Jan en Nigeria señaló que las leyes “criminalizan reuniones de minorías sexuales”.

Pero, independientemente del lugar, el tema de la visibilidad fue el núcleo de casi todas las respuestas de los participantes.

De hecho, la asexualidad, el no sentir atracción sexual, ha sido calificada como “la orientación invisible”.

Poco comprendida

La asexualididad tiende a ser malinterpretada y poco discutida, hay quienes no creen que alguien pueda ser realmente asexual o quienes ignoran la asexualidad por completo.

Malentendidos habituales sobre la asexualidad incluyen equiparar la asexualidad al celibato (no es lo mismo) o decir que es una elección (es una orientación), dice Michael Doré, miembro del equipo de proyectos de la Red de Visibilidad y Educación Asexual (AVEN, por sus siglas en inglés).

Algunos creen, incorrectamente, que una persona es solo asexual si nunca siente atracción sexual o no mantiene relaciones sexuales.

Pero la asexualidad es un espectro en el que algunos se pueden identificar como demisexuales, por ejemplo, que significa que no sienten atracción sexual hasta que forman un lazo emocional con alguien.

Tampoco es sinónimo de arromanticismo, que alude a quienes no sienten atracción romántica.

Mayor presencia

Pese a la confusión y el rechazo, las voces asexuales son cada vez más sonoras y están demandando un mayor reconocimiento.

Individuos, activistas y grupos han empezado a contar sus historias a públicos más amplios y marchan en desfiles del orgullo por todo el mundo.

Ahora, el esfuerzo de los activistas asexuales es mantener el ritmo de este trabajo y amplificar las voces asexuales más allá de los países occidentales y de habla inglesa, lugares desde donde suele proceder la gran parte del activismo e historias asexuales.

Como resultado, junto a la nueva fecha internacional, están surgiendo iniciativas para sacar la asexualidad de la sombra, haciendo que sea más fácil para las personas asexuales “salir del armario” en todo el mundo.

No tan chocante como antes

El limitado conocimiento de la asexualidad hizo que para generaciones pasadas de jóvenes de todo el mundo —incluidos los millennials— fuera más difícil desarrollar sus identidades.

Anahí Charles

Cortesía de Anahí Charles
Anahí Charles, de 34 años, es la administradora de un grupo de Facebook sobre asexualidad en su natal México.

Anahí Charles, de 34 años, que vive en México, empezó a saber que era diferente en su relación con sus compañeras de la escuela secundaria.

Mientras casi todas ellas adoraban a los miembros de la banda juvenil estadounidense Backstreet Boys, Charles no era capaz de encontrarles el atractivo. Todos se veían “estéticamente agradables”, señala, pero no podía comprender qué era lo que volvía locas a sus amigas.

Charles necesitó varios años, mucho después de este incidente de juventud, para aprender sobre la orientación y encontrar su lugar en el espectro asexual/arromántico.

Sin fuentes o recursos sobre la asexualidad, Charles dice que estaba “en negación”sobre el hecho de no sentir atracción sexual hacia nadie.

Incluso después de leer por primera vez sobre la asexualidad en un post de la página de Facebook Have a Gay Day, en 2013, todavía se planteaba si había algo “malo” en ella.

Charles se sometió a exámenes médicos y hormonales para intentar entender qué pasaba. Estaba totalmente sana.

El buen diagnóstico sirvió como catalizador para su autoaceptación.

Encontró más información sobre la asexualidad en Facebook y se dio cuenta de lo identificada que se sentía.

Un año después, se convirtió en administradora de un grupo asexual de Facebook en México.

De forma similar, en Estados Unidos, Marisa Manuel, de 28 años, tenía dificultades para ponerle nombre a su orientación.

Oyó el término “asexual” por primera vez cuando estaba en la preparatoria, pero dice que estaba “equivocada” sobre su significado.

“Alguien me dijo que se refería a personas que quieren estar solas”, recuerda. “A mí me gusta estar con gente”.

En la universidad conoció a alguien que se identificaba como asexual, lo que la animó a investigar más qué quería decir exactamente.

Se dio cuando de que se identificaba mucho con lo que averiguó y desde entonces ha aceptado su identidad completamente, ha pasado a escribir artículos sobre su identidad asexual y a reseñar libros de autores asexuales.

Ilustración de figuras con los colores de reivindicación de la asexualidad

Getty Images
Aunque las cosas están cambiando, las personas asexuales y/o arrománticas han tenido que lidiar con cuestiones de visibilidad y reconocimiento.

Afortunadamente, las generaciones más jóvenes pueden estar preparadas para ser conscientes de la asexualidad antes y cuentan quizá con más herramientas para vocalizar sus identidades.

La cantidad de recursos y de representación ha crecido de forma significativa desde la época en la que Charles y Manuel crecían.

Además de tener más información por escrito, la gente también está más lista para identificarse como asexual en redes sociales y compartir sus experiencias con otros usuarios.

“La representación es un recurso”

Una mayor representación es un elemento clave para permitirles a las personas reconocer y entender la asexualidad, así como normalizar esta orientación.

“La representación es un recurso”, dice Manuel.

Y aunque algunos recursos han aumentado, la representación —especialmente en medios convencionales— no está donde debería estar, añade.

Sin embargo, hay otros lugares donde la visibilidad está en ascenso.

Una pareja rompiendo una hoja con la palabra sexo en inglés

Getty Images

Personas con plataformas más grandes, como la modelo Benoit, la drag queen Venus Envy y el usuario de Twitch Sup, hablan abiertamente de su identidad asexual con sus numerosos seguidores en distintas redes sociales.

Hay una creciente representación en la literatura también, con autores que se identifican como asexuales como Darcie Little Badger, Akemi Dawn Bowman y Maia Kobabe.

Personajes de ficción también ayudan, como Todd Chavez, de la serie BoJack Horseman, de quien Manuel tiene una figurita de plástico.

Manuel intenta añadir esto a su creciente grupo de imágenes representativas.

En las vísperas del Día Internacional de la Asexualidad creó AceChat, una cuenta de Instagram donde suele compartir historias de personas que se identifican como asexuales.

La cuenta ha tenido una acogida positiva y Manuel no hace más que recibir mensajes de personas que quieren contar sus historias. Hay unas 100 personas involucradas actualmente.

Manuel dice que el próximo paso es expandir el alcance de AceChat. Personas de Francia, Rusia, Vietnam, Reino Unido y Canadá ya han empezado a ponerse en contacto y también se han unido traductores al proyecto.

Y la traducción puede ser fundamental, porque algunos lugares tienen comunidades asexuales más pequeñas, por lo que tienen menos recursos y menos información disponible para las personas que quieren aprender sobre asexualidad en su idioma.

En Moscú, Daniel, de 20 años, que prefiere no decir su apellido por cuestiones de seguridad, dice que la comunidad asexual/arromántica a la que pertenece solo tiene unos 50 miembros.

“No tanta gente conoce términos como ‘asexual'”, explica, quizá en parte por la intolerancia en Rusia a comunidades LGBTQ.

Dado que muchas historias y materiales sobre la asexualidad están en inglés, Daniel ha estado traduciéndolos al ruso.

Confía en que la asexualidad tendrá más reconocimiento en los próximos años, incluso en su país natal.

“No nos rendimos”

Junto a las luchas históricas de las comunidades asexuales por cobrar más visibilidad, también han tenido que esforzarse para ser tenidas en cuenta dentro de grupos LGBTQ.

Pulsera con las letras LGBTQIA

Getty Images
La identidad asexual se incluye a menudo cuando se habla de minorías sexuales (por ejemplo, en el acrónimo LGBTQIA donde la A corresponde a asexual).

Charles, que ha organizado reuniones de personas asexuales en Ciudad de México, lo vivió en primera persona.

Cuenta que su grupo marchó por primera vez como un colectivo en el orgullo de 2015 en su ciudad, pero que la comunidad LGBTQ no aceptó con los brazos abiertos a personas que se identificaban como asexuales.

“Había personas de la comunidad LGBT que incluso se compadecían de nosotros y decían ‘qué malo ser ustedes’“, evoca.

“Pero no nos rendimos”.

Grupos como el de Charles y otras iniciativas educativas posteriores han ayudado a cambiar las cosas.

Charles dice que cuando volvió al orgullo con un grupo más grande al año siguiente, tuvieron “una mejor bienvenida” porque había más información.

“No era como ‘mira, esos tipos raros, están marchando de nuevo'”, señala. “Era como ‘mira a los asexuales, están marchando de nuevo'”.

Mayores conexiones

En esta lucha por la aceptación, grupos de asexualidad han ido creciendo y prosperando.

Letrero que dice "asexual"

Getty Images
Cada vez más jóvenes se animan a identificarse abiertamente como asexuales.

Uno de los grupos más prominentes en el ámbito internacional es AVEN, fundado en 2001 por el activista asexual David Jay, de Estados Unidos.

Michael Doré, que se unió a la organización en 2009 en Reino Unido, dice que AVEN nació con dos objetivos principales: “construir comunidad y legitimar la asexualidad como orientación sexual”.

Tiene actualmente 135.539 miembros, según Doré.

Ahora las oportunidades para educar y crear visibilidad se han extendido todavía más.

AVEN, que recientemente cumplió 20 años, aprovechó el aumento de las comunicaciones virtuales durante la pandemia para reforzar sus conexiones globales.

Estas conversaciones virtuales internacionales dieron paso al establecimiento de un día de celebración de la asexualidad por todo el mundo: el Día Internacional de la Asexualidad.

“Sentíamos que se necesitaba un día así”, dice Doré, que deja claro que la fecha no es propiedad de AVEN o de una única organización.

“Es genuinamente un evento internacional”.

La creación del día no solo establece una fecha anual de visibilidad, también señala el florecimiento de un esfuerzo internacional para unir a una comunidad poco reconocida.

Ayuda a tener más acceso a distintos recursos a individuos y grupos asexuales en países donde escasean información y ejemplos.

Estos días, dice Doré, hay una creciente conciencia de la asexualidad en países de Asia, en particular en India, apunta, donde el grupo de Facebook Asexuales de India está creciendo.

Dos pares de pies en una cama.

Getty Images
Ser asexual no significa no haber tenido nunca relaciones sexuales.

Nuevos grupos dedicados a la asexualidad han surgido en África en los últimos años también, añade.

Si bien esto es una buena señal para el progreso, la gente sigue entendiendo mal la asexualidad.

Manuel cuenta que escribió un artículo sobre citas asexuales para el Huffington Post hace dos años que tuvo buena acogida.

Sin embargo, cuando el artículo se volvió a compartir recientemente, hubo “muchas más reacciones negativas”, dice, en la sección de comentarios.

Algunas personas le decían que estaba confundida y que realmente lo que buscaba era amistades, no citas.

“Eso me hizo darme cuenta de que por más que hayamos avanzado en la representación y la visibilidad, todavía no está todo hecho”, reflexiona.


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