Obesidad: incrementa exponencialmente el riesgo de cáncer de mama en las mujeres

Según los cálculos de la Sociedad Americana Contra el Cáncer, durante el 2021 en los Estados Unidos se diagnosticarán alrededor de 281,550 nuevos casos de cáncer de seno invasivo en mujeres. Además se ha relacionado como un importante factor de riesgo el sobrepeso y la obesidad en mujeres, sobre todo en la etapa de menopausia

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Algunas conclusiones apuntan a que el tejido graso de las mujeres las hace más propensas a sufrir algunas enfermedades Crédito: Shutterstock

Después del cáncer de piel, el cáncer de mama es el tipo más común diagnosticado en mujeres en Estados Unidos. Si bien puede producirse tanto en hombres como mujeres, es un hecho que es mucho más común en las mujeres. Una nueva investigación sugiere que la obesidad en las mujeres aumenta significativamente el riesgo de recurrencia del cáncer de mama e inclusive la muerte. Los datos no mienten: se estima que 43.000 mujeres morirán de cáncer de mama este año. Si bien es cierto que se ha comprobado que de manera particular es una enfermedad que golpea especialmente a las mujeres negras, es una de las condiciones mortales que más afectan a la población femenina sin importar situaciones particulares, no en vano han salido a la luz todo tipo de campañas de concientización a nivel mundial.

Mucho se ha hablado sobre las posibles causas. A la fecha investigadores de todo el mundo han identificado factores relacionados con las hormonas, el estilo de vida y el entorno, como agentes que pueden aumentar el riesgo de desarrollar cáncer. Sin embargo, no se sabe con exactitud por qué algunas personas que no presentan ningún factor de riesgo desarrollan cáncer y otras personas con factores de riesgo nunca lo desarrollan. La ciencia cree es muy posible que el cáncer de mama se produzca por una interacción compleja entre la composición genética y el entorno. 

El estudio fue encabezado por la Dra. Tarah Ballinger, oncóloga de mama de la Universidad de Indiana Simon Comprehensive Cancer Center y reveló datos interesantes sobre cómo se presenta la enfermedad en cada raza. Y se comprobó algunos datos relevantes: de 2014 a 2018, la tasa de mortalidad de las mujeres negras fue de 27,3% por cada 100,000 casos, en comparación con el 19,6% por cada 100,000 casos de las mujeres blancas. Con base en ello comprobaron que la parte genética es solo una pieza del rompecabezas y que las disparidades raciales ciertamente no son solo biológicas. Hoy sabemos que tienen que ver directamente con el estatus socioeconómico y la cultura, además del estilo de vida.

Si bien este tipo de estudios sirven para entender más a profundidad el origen y la prevalencia de este tipo de enfermedades, es un hecho que controlar el peso es un desafío para la mayoría de las personas en los Estados Unidos. Se cuenta con datos liberados por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), en los que se confirma que más del 70% de los adultos estadounidenses tienen sobrepeso. Y se sabe que es una condición que va de la mano con un mayor riesgo de padecer enfermedades graves como la diabetes, cardíacas y algunos tipos de cáncer. Además se ha comprobado que las mujeres que tienen sobrepeso u obesidad (sobre todo después de la menopausia), presentan un aumento en el riesgo de cáncer de mama.

Mucho se ha dicho al respecto, sin embargo lo que se sabe hasta el momento y la posible razón es: tener más tejido graso, aumenta las probabilidades de contraer cáncer de mama al elevar los niveles de estrógeno. También, según los estudios al respecto las mujeres que tienen sobrepeso tienden a tener niveles más altos de insulina, lo cierto es que es una condición que se relaciona con algunos cánceres, incluido el cáncer de mama.

La realidad es que la conexión entre el peso corporal de las mujeres y el riesgo de cáncer de mama es complicada. Los estudios sugieren que parece aumentar sobre todo en los casos de mujeres que aumentaron de peso en la edad adulta, también se cuenta con algunas referencias que parecen indicar que el riesgo no incrementa significativamente entre las mujeres que han tenido sobrepeso desde la niñez. Además, tener grasa extra en el área de la cintura puede aumentar el riesgo más que tener grasa adicional en las caderas y los muslos. Y aunque el aumento de peso puede aumentar el riesgo de cáncer, no está claro si perder peso lo reduce, de hecho es una de las preguntas más difíciles de responder para los científicos. En gran parte porque muy pocas personas suelen perder peso durante la edad adulta y en algunos casos se ha comprobado que les cuesta más trabajo mantener un peso saludable durante un largo período de tiempo.

¿Qué se considera sobrepeso y obesidad?

No es ningún secreto decir que la obesidad y el sobrepeso han alcanzado caracteres de epidemia a nivel mundial.  Las cifras asustan y se relacionan con devastadoras consecuencias en la salud de la población. Ambas condiciones se padecen cuando existe una acumulación anormal o excesiva de grasa corporal, especialmente en el tejido adiposo y por obvias razones esto se presentan con el aumento del peso corporal. Para ser más específicos cuando una persona alcanza un 20% más de su peso ideal según la edad, la talla, y sexo. Lo cierto es que se han establecido algunos parámetros para clasificar el nivel de sobrepeso en las personas, con base en ello el concepto más importante es el índice de masa corporal, por lo tanto cuando es superior a 25 se considera sobrepeso y más de 30 es obesidad.

Por lo tanto según los especialistas, las mujeres con sobrepeso y obesidad son aquellas que presentan un IMC superior a 25 y entran en un grupo de mayor riesgo de ser diagnosticadas en algún momento de su vida con cáncer de mama, en comparación con las mujeres que mantienen un peso saludable. Los expertos enfatizan en que es especialmente importante vigilar el peso después de la menopausia, por los cambios hormonales característicos. También se comprobó que el sobrepeso puede aumentar el riesgo de que el cáncer de mama vuelva (recurrencia) en mujeres que han tenido la enfermedad. Este mayor riesgo se debe a que las células grasas producen estrógeno; las células grasas adicionales significan más estrógeno en el cuerpo, y el estrógeno puede hacer que los cánceres de mama con receptores de hormonas positivos se desarrollen y crezcan.

Si bien, el vínculo entre el sobrepeso y el cáncer de mama es complicado y es un hecho que se ve afectado por otros factores. Este tipo de hallazgos llegan como una buena herramienta de prevención, finalmente nada bueno se asocia con la obesidad. Por lo tanto una de las mejores recomendaciones para disminuir la probabilidad de cáncer de mama, sí es evitar el aumento de peso: se ha comprobado que el simple hecho de perder tan solo un 5% -10% del peso corporal mejora la salud en general y reduce significativamente el riesgo de enfermedades crónicas. Una buena meta para la mayoría de las mujeres con sobrepeso es bajar media libra por semana durante 6 meses. Además, los hábitos enfocados con el estilo de vida juegan un papel importante y se recomienda seguir una alimentación basada en plantas, evitar los ultraprocesados y realizar actividad física. Este último punto es muy relevante, ya que muchos estudios han encontrado que el ejercicio es un hábito saludable para los senos.

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