El 51% rechaza la forma en que Biden maneja asunto migratorio
Los críticos del mandatario señalan el incremento de arribo de inmigrantes en la frontera, aunque el actual Gobierno ha expulsado a miles de extranjeros a sus países bajo el Título 42
Aunque el presidente Joe Biden está logrando cambios importantes en los procesos migratorios a favor de los no-ciudadanos, la mayoría de los estadounidenses le otorga una baja calificación al demócrata, sobre todo por el incremento de arribos en la frontera con México.
El 33 por ciento de los estadounidenses dice que aprueba la forma en que la Administración Biden está manejando el problema migratorio, pero el 51 por ciento desaprueba sus acciones.
Por partido, la cifra se dispara a 90 por ciento entre los republicanos. El 63 por ciento de los demócratas aprueban sus acciones, pero el resto tiene una opinión dividida, de rechazo (15 por ciento) o preferir no da una opinión.
Entre los independientes, el 50 por ciento aprueba su manejo de la inmigración en la frontera sur, indica la encuesta de The Washington Post-ABC News.
Aunque los críticos del mandatario acusan que “está dejando entrar” miles de inmigrantes, la mayoría de los indocumentados han sido expulsados. En lo que va del año fiscal 2021 más de 800,000 extranjeros han sido devueltos a sus países.
A pesar de las críticas, el presidente Biden se mantiene firme en su postura sobre la necesidad de una reforma migratoria, al considerar que eso ayudaría a Estados Unidos mejorar su economía y gane la “competencia” global con países como China.
Biden se pronunció así durante una ceremonia de naturalización en la Casa Blanca en la que 21 inmigrantes se convirtieron en ciudadanos estadounidenses, entre ellos tres procedentes de Colombia, El Salvador y Panamá.
“En la competencia por el siglo XXI, necesitamos un sistema migratorio que refleje nuestros valores mientras hacemos cumplir nuestras leyes. Podemos hacer ambas cosas”, dijo Biden.
El mandatario agregó que, ahora que Estados Unidos está saliendo de la pandemia, su Gobierno quiere “reconstruir” la economía para que sea “mejor” que antes.
“Para hacer eso, necesitamos arreglar nuestro sistema migratorio”, recalcó.
Recordó que, nada más llegar al poder, envió al Congreso un proyecto de reforma migratoria que prevé, entre otras cosas, un proceso de ocho años para que los 11 millones de indocumentados del país puedan lograr la ciudadanía.
Biden consideró “crucial” otro punto de ese proyecto de ley, que otorgaría una residencia legal inmediata a los inmigrantes sin papeles que llegaron al país de niños, conocidos como “soñadores”, a los que describió como “jóvenes que solo conocen Estados Unidos”.
También abogó por que se abran caminos a la ciudadanía para los beneficiarios del Estatus de Protección Temporal (TPS), procedentes “de países lastrados por violencia y desastres, tanto naturales como generados por el hombre”; y los trabajadores agrícolas, que “ponen comida en las mesas” del país.
Aunque la Cámara Baja de EE.UU. ha aprobado proyectos de ley para beneficiar a esos tres grupos de inmigrantes, el debate se encuentra estancado en el Senado.
Algunos activistas abogan ahora para que los demócratas incluyan partes de la reforma migratoria dentro del plan de infraestructuras que promueve Biden y que considerará pronto el Senado, para superar el previsible bloqueo republicano.
A la ceremonia de naturalización en la Casa Blanca, que se programó con motivo de la celebración este domingo del Día de la Independencia de EE.UU., también asistió el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, quien habló de su experiencia como inmigrante que huyó de la “toma comunista de Cuba”.
Además, Biden homenajeó durante la ceremonia a Sandra Lindsay, una enfermera que en diciembre se convirtió en la primera persona de Estados Unidos en recibir una vacuna contra la covid-19 fuera de los ensayos clínicos.
Lindsay, una inmigrante de Jamaica que llegó a Queens (Nueva York) hace 30 años, cuando tenía 18, recibió sonriente una placa que la declaraba “Estadounidense sobresaliente por elección”, dentro de un programa gubernamental para reconocer los logros de ciudadanos naturalizados.
“En lo peor de la pandemia, se dejó el corazón y el alma para ayudar a pacientes a luchar y para cuidar de las otras enfermeras”, dijo Biden sobre Lindsay, quien no hizo declaraciones en la ceremonia.
Con información de Efe