“Por las veces que me pateó la cabeza”: Arroja las cenizas de su esposo a la basura
La mujer quiso darle una sopa de su propio chocolate a su marido, aunque él ya no estuviera vivo, por todo el dolor que le causó
Nadie de su familia las quiso conservar por todo el dolor que les causó. Crédito: Shutterstock
Desafortunadamente, existen millones de personas que viven en silencio el maltrato, tanto físico como verbal, del que son víctimas todos los días al interior de sus casas, ya sea por parte de sus parejas o de otros miembros de su familia.
Lo lamentable es que muchas parecieran estar condenadas a vivir con ello pues por múltiples motivos, en ocasiones les es difícil romper con la cadena de maltrato que se vive en el hogar. Solamente, pareciera que un milagro es lo que podría ponerle fin a su sufrimiento.
Algo así es lo que le ocurrió a una mujer llamada Marsha Widener, cuyo video en YouTube se volvió viral por la forma en cómo despidió a su difunto esposo de nombre Don Widener.
En el video nos queda claro que Marsha no sentía mucho amor que digamos por quien fuera su marido, ya que muestra ante la cámara la urna en las que fueron depositadas las cenizas de Don tras ser cremado.
Según Widener, nadie de su familia (ni hermanos, ni sus hijos ni otros miembros de su núcleo familiar) quisieron conservarlas, cosa que a ella tampoco le interesaba pues todo apunta a que el hombre se portó muy mal con ella en vida, así que sin pensarlo, puso la urna al interior de un bote de basura.
“Esto es por todas las veces que me pateó en la cabeza”, comentó la mujer, asegurando que su acción era una retribución por todo el dolor y sufrimiento que su esposo le había causado a su familia al ser un hombre violento y abusivo.
En el video, también se muestra cómo parte de las cenizas vuelan por el aire y le caen en el rostro a la mujer, quien sin pensarlo dos veces dice “nasty bastard”; luego, otra porción de cenizas cae al suelo, donde Marsha las mezcla rápidamente con la tierra, con su pie y agrega “no te queremos aquí”. Luego termina de vaciar el resto en el contenedor y finaliza diciendo “Adiós, amigo”.
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