Diabetes: cómo beneficia el consumo de vitamina D la salud renal

Una deficiencia de vitamina D puede empeorar la salud renal en personas diabéticas, lo cual suele deteriorar significativamente la calidad de vida y aumentar el riesgo de otras complicaciones crónicas. A través de una alimentación equilibrada, el consumo de alimentos y suplementos de vitamina D, es posible proteger la salud renal

Vitamina D

La vitamina D es indispensable en el sistema de defensas del organismo. Se encuentra el alimentos como los pescados grasos, sardinas, yema de huevo, champiñones y algunos lácteos.  Crédito: Shutterstock

Es un hecho que los casos de diabetes en el mundo van en aumento, no en vano actualmente es considerada una de las enfermedades crónicas y degenerativas más mortales en la actualidad. Es una condición que deteriora significativamente la calidad de vida y esta catalogada como una de las principales causas de muerte en el mundo, tan solo el pasado 2020 mató tres veces más personas que el coronavirus. Con base en ello no es ningún secreto decir que cada día son más las personas que se muestran interesadas en realizar cambios en su estilo de vida y alimentación, entre las herramientas más destacadas se encuentra el consumo de suplementos que potencian la salud. Recientemente investigaciones y estudios avalados por la ciencia han descubierto que la vitamina D, no solo es benéfica para la fortalecer al sistema inmunológico, es esencial en la alimentación de pacientes diabéticos ya que es un magnífico protector de la salud renal. 

De acuerdo con un nuevo estudio, la vitamina D es el elemento más importante para proteger la salud renal que tiende a deteriorarse en las personas con diabetes que además padecen de presión arterial alta. Según los investigadores, en este mundo global, la mayoría de la población genérica enfrenta problemas relacionados con los riñones y se comprobó que estos suelen relacionarse con niveles sanguíneos más bajos, de vitamina D. Además, esta deficiencia nutricional suele relacionarse con un mayor riesgo de otras enfermedades crónicas en general y esto se debe a que se relaciona directamente con el funcionamiento del sistema inmunológico.

Con base en ello el principal cuestionamiento de los científicos fue ¿Puede la vitamina D beneficiar la salud renal en los pacientes diabéticos? Teniendo en cuenta que los casos de prediabetes y diabetes tipo 2 van en incremento, resulta bastante inspirador contar con nuevas alternativas para un mejor control y el consumo de suplementos de vitamina D ¡es un acierto! En complemento con una dieta equilibrada, natural  y libre de procesados, resulta un maravilloso esquema que además se comprobó no se relaciona con ningún efecto inverso.

El estudio fue encabezado por la doctora e investigadora Sun H Kim, quien en conjunto con su equipo realizaron diversos análisis sobre la relación entre el consumo de suplementos de vitamina D y la diabetes tipo 2. La investigación se basó la evaluación de las enfermedades renales que se presentan en personas diabéticas. La encuesta fue realizada de manera aleatoria a 2.423 participantes, los cuales eran principalmente adultos con problemas de obesidad y prediabetes. Se les brindó vitamina D3 4000 UI todos los días o bien un placebo. Tuvo una duración de 2.9 años, con el objetivo de tener un profundo detalle sobre los efectos de los suplementos de vitamina D. Este estudio fue ciertamente único, ya que al incluir a pacientes con prediabetes descubrieron que son la población que presenta mayores riesgos de afecciones renales. 

De acuerdo con los resultados, los participantes presentaban 2 de cada 3 valores de glucosa con anomalías. Los hallazgos fueron bastante precisos, ya que a través de los más de 2,000 participantes se logró representar el papel que juega el consumo de vitamina D en la prevención. La Dr. Kim afirmó que, durante el período de prueba de los ensayos clínicos, solo informaron 28 casos de empeoramiento de las funciones renales dentro del grupo de vitamina D y otros 30 casos se informaron dentro del grupo de placebo. Lo cual es un porcentaje bastante reducido.

Complementario a los hallazgos del estudio, no es inusual que las personas con insuficiencia renal tengan niveles bajos de vitamina D. Es por ello que una de las recomendaciones médicas más comunes para personas diabéticas que presentan alguna enfermedad renal es incluir en la rutina diaria el consumo de suplementos. Es muy importante siempre contar con la adecuada supervisión médica antes de comenzar a tomar cualquier suplemento en forma de vitaminas, minerales o medicamentos de venta libre. Estos artículos pueden ser dañinos para las personas con enfermedad renal crónica y diabetes si no se consumen correctamente.

¿Por qué es importante la vitamina D?

Los riñones sanos son ricos en receptores de vitamina D y juegan un papel importante en convertir la vitamina D en su forma activa. Esta es una tarea que ayuda a equilibrar el calcio y el fósforo en el cuerpo al controlar la absorción de estos minerales de los alimentos que consumimos y también regula la hormona paratiroidea (PTH). Cuando los riñones fallan, pierden su capacidad para activar la vitamina D. Por lo tanto, sin la vitamina D activada para controlar los niveles de calcio y fósforo en la sangre, la hormona paratiroidea intentará compensar en exceso y con ello logra salirse de los límites saludables. 

La PTH es secretada por las glándulas tiroideas y en casos de diabetes e insuficiencia renal, las glándulas paratiroideas pueden detectar incorrectamente que no hay suficiente calcio en la sangre y producir un exceso de esta hormona que le indica al cuerpo que extraiga el calcio de los huesos y lo ponga en el torrente sanguíneo. Ahora bien, este exceso de PTH puede causar hiperparatiroidismo secundario que puede resultar en dolor óseo y huesos débiles que se fracturan fácilmente.

Por lo tanto, la falta de vitamina D en personas diabéticas puede empeorar la enfermedad renal crónica. La vitamina D es clave para la salud ósea, pero sus bajos niveles en un enfermo de riñón pueden empeorar el pronóstico y acelerar el deterioro renal y cardiovascular. Estos pacientes deben prestar especial atención a esta vitamina y siempre consultarlo con su médico para integrar alimentos ricos en vitamina D y la dosis de suplementación adecuada.

Por último y no menos importante es básico vigilar la calidad de la alimentación y apostar por el consumo de alimentos ricos en vitamina D, con la supervisión de un nutricionista. Existen grandes alternativas que no solo son consideradas las mejores fuentes alimenticias de vitamina D, aportan otros nutrientes esenciales para la dieta como es el caso de los pescados grasos, como la trucha, el salmón, el atún y la caballa, así como los aceites de hígado de pescado. También, se encuentra en productos como el hígado de ganado vacuno, el queso y la yema de huevo. Y el los hongos.

Si bien, es bastante sabido que la principal fuente de vitamina D es la exposición solar. En muchos casos específicos de condiciones de salud concretas como la diabetes y las complicaciones renales, se presentan deficiencias y es necesario complementar su consumo. No olvidemos, que la vitamina D regula casi todos los mecanismos de defensa del organismo y por lo tanto es clave en la respuesta inmune, los procesos antiinflamatorios y la inmunosupresión. Y es por ello que se relaciona directamente con la salud intestinal y la prevención de una larga lista de enfermedades crónicas. Complementario a ello, varios estudios avalados por la ciencia han encontrado que los niveles bajos de vitamina D en la sangre se correlacionan con una amplia gama de enfermedades, que incluyen cáncer, enfermedades cardiovasculares, renales, diabetes y osteoporosis.

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