Acusado de secuestrar y matar a tiros a “bartender” en Atlanta había salido de la cárcel hacía menos de 1 año
DeMarcus Brinkley, de 27 años, había pasado unos siete años tras las rejas, cuatro de estos tras resultar convicto por abuso de menores
El sospechoso de secuestrar y matar a tiros a una “bartender” en Atlanta había salido de la cárcel hacía menos de un año.
DeMarcus Brinkley, de 27 años, había pasado unos siete años tras las rejas, cuatro de estos tras resultar convicto por abuso de menores, reportó esta semana The Atlanta Journal Constitution.
Brinkley fue acusado este fin de semana de asesinato por el ataque a tiros de Mariam Abdulrab, también de 27. Abdularab habría sido secuestrada en horas tempranas del viernes pasado en su vivienda al sureste de Atlanta y asesinada poco después.
Brinkley además enfrenta cargos de agresión agravada, detención ilegal, posesión de un arma de fuego por un convicto y posesión de un arma de fuego durante la comisión de un delito, indicó el Departamento de Policía de Atlanta.
Varios incidentes de abuso de menores
En octubre del 2011, Brinkley, en ese entonces con 17 años, fue arrestado y acusado de solicitar un acto sexual ilegal, de acuerdo con los informes policiales obtenidos por el rotativo.
Al año siguiente, mientras era estudiante en South Atlanta High School, Brinkley fue acusado de robar el iPod de una maestra.
En julio del 2012, una mujer denunció a la Policía que Brinkley violó a su hija de 7 años.
Mientras que en noviembre del 2013, otra mujer se querelló ante las autoridades bajo la alegación de que Brinkley, que conocía como un amigo de su hermano, intentó violar a su hija de 5 años.
Una semana después, Brinkley fue procesado criminalmente por abuso agravado de menores, abuso de menores, intento criminal de cometer una violación y crueldad contra menores en primer grado.
Abogado alegó incompetencia mental para enfrentar juicio
Ronnie Poole, abogado del acusado, había alegado en agosto del 2014, que su cliente no tenía la capacidad mental suficiente para entender el procedimiento judicial al que estaba siendo sometido y no podía enfrentar juicio.
“El no está capacitado para enfrentar juicio porque no tiene la suficiente capacidad mental para entender la naturaleza y el objetivo de los procedimientos en su contra, su propia condición en referencia a estos procedimientos, tampoco la capacidad para prestar atención a la defensa en este caso”, planteó Poole por escrito al tribunal.
Posteriormente, Brinkley se declaró culpable y fue sentenciado a 15 años de prisión, de los que cumplió siete. En abril del 2016, fue transferido de la cárcel en Fulton a la de Ware State en Waycross.
El hombre fue liberado en noviembre del 2020.
Brinkley figura en el Registro de Ofensores Sexuales de Georgia.