Cadena perpetua en Iowa a trabajador agrícola mexicano por asesinar y enterrar a Mollie Tibbetts en maizal

En la última parte del juicio en su contra, Cristhian Bahena Rivera, de 27 años, alegó que fue secuestrado por dos hombres que habrían sido los verdaderos asesinos de la universitaria y que estos lo obligaron a enterrar el cuerpo

Mollie Tibbetts fue asesinada en 2018 y Cristhian Bahena Rivera fue acusado del crimen.

Mollie Tibbetts fue asesinada en 2018 y Cristhian Bahena Rivera fue acusado del crimen. Crédito: Facebook - Policía de Iowa | Cortesía

Cristhian Bahena Rivera, un trabajador agrícola mexicano, fue sentenciado este lunes en Iowa a cadena perpetua sin posibilidad de libertad bajo palabra por el secuestro y asesinato a puñaladas de la estudiante universitaria Mollie Tibbetts en julio del 2018.

Medios locales y nacionales reseñaron la sentencia que se da tres años después de que el cuerpo de la joven de 20 años fuera hallado en un maizal.

Bahena Rivera, un inmigrante indocumentado de 27 años, admitió a investigadores en una entrevista que siguió a Tibbets mientras corría para ejercitarse, y que supuestamente se molestó con ella y en el ínterin se desmayó.

Según su versión, posteriormente, reaccionó para darse cuenta que la joven sangraba en el maletero de su vehículo, y decidió enterrarla en una zona remota del sembradío en la ciudad de Brooklyn.

Bahena Rivera llevó a oficiales de la policía a la zona donde estos recuperaron el cadáver apuñalado.

“Sr. Rivera, yo seleccioné esta sentencia particular para usted luego de considerar la naturaleza de la ofensa, el daño a la víctima y a su familia, su necesidad de rehabilitación y la necesidad de proteger a la comunidad de futuras ofensas por parte suya y de otros”, planteó el juez Joel Yates según citado por CNN.

La desaparición de Tibbetts en Brooklyn, Iowa, provocó una extensa búsqueda que se publicitó a nivel nacional.

Tres piezas clave de evidencia contra el acusado

La Fiscalía enfocó el caso contra Rivera, quien laboraba en Yarrabee Farms, en tres aspectos: videos de vigilancia de la camioneta del convicto cerca de la víctima, sus admisiones a investigadores y el ADN de la estudiante de psicología en el maletero.

Aunque inicialmente, el extranjero negó haber tenido contacto con Tibbetts, posteriormente, admitió que se topó con ella la noche que desapareció. El acusado dijo que la encontró atractiva y que circuló por el área para verla. Luego, según alegaron los fiscales en el juicio, el hombre siguió a la estadounidense y corrió a su lado. Fue en ese momento que está lo amenazó con llamar a la Policía y Bahena Rivera se molestó y forcejeó con ella.

A pesar de que Rivera explícitamente no le dijo a investigadores que apuñaló a la víctima, los fiscales plantearon que esa era la única conclusión.

Bahena Rivera alegó que otros dos hombres mataron a la víctima y lo obligaron a enterrar el cuerpo

El caso tomó un giro inesperado cuando la defensa pidió un nuevo juicio bajo el alegato de que fueron otros dos sujetos quienes mataron a la joven.

Dos personas acudieron a las autoridades para alegar que un individuo de 21 años habría confesado ser el asesino de la muchacha. Yates tuvo que retrasar la sentencia para que los abogados de defensa pudieran investigar las alegaciones que al final fueron invalidadas.

En un testimonio inesperado, Bahena Rivera alegó que había sido secuestrado de su remolque por dos enmascarados a punta de pistola. La versión del hispano apuntaba a que estos lo obligaron a conducir el vehículo antes de ellos matar a la universitaria, y que ,posteriormente, lo obligaron a disponer del cuerpo.

Como parte de los alegatos trascendió una supuesta red de tráfico sexual.

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