Alzheimer: Cómo reducir los riesgos
Quienes deseen saber más sobre este tema, pueden visitar el sitio bilingüe de la Asociación de Alzheimer en www.alz.org
Aunque la ciencia no sabe aún cómo prevenir o curar la enfermedad de Alzheimer, que afecta de manera desproporcionada y creciente a la comunidad latina, es posible reducir los riesgos de desarrollar esa condición, o, una vez contraída, demorar su avance.
“Lo que sugieren las investigaciones más recientes”, explica Licet Valois, a cargo de los programas comunitarios de la Asociación de Alzheimer de Nueva York, “es que para reducir los riesgos o demorar su progreso debemos concentrarnos mucho más en nuestros estilos de vida. Debemos pensar mucho más en la actividad física y mental, en lo que comemos, y en las relaciones sociales con otras personas”.
Con respecto a la alimentación, se trata de guardar dietas que no conduzcan a la diabetes, la alta presión, las enfermedades cardiovasculares y los altos niveles de colesterol. Todos esos son problemas de salud frecuentes en nuestra comunidad y todos se relacionan con nuestra tasa relativamente alta de Alzheimer.
Con respecto a la socialización y la actividad mental, debemos pensar que, como cualquier otro de nuestros órganos, el cerebro funciona mejor si se lo mantiene en funcionamiento. Y no se trata necesariamente de resolver cada tanto acertijos o adivinanzas, o jugar al ajedrez o a las damas. Además de esos esfuerzos, es conveniente exigirle con más frecuencia a nuestro cerebro otras tareas más pequeñas, y salirnos de nuestras rutinas mentales cada vez que sea posible.
“Escuchar música, por ejemplo, nos ayuda a mantener estimulación cognitiva en nuestro cerebro”, apunta Licet Valois, que recientemente participó en un webinar de nuestra Hispanic Federation sobre la enfermedad de Alzheimer. “O podemos ver televisión, aunque el beneficio de esa actividad depende de lo que veamos. Hay que mirar programas interesantes, que nos hagan pensar más, que les planteendesafíos a nuestros cerebros”.
Esos desafíos mentales no sólo son recomendables para los envejecientes sino para las personas de todas las edades. Algunas personas, por ejemplo, a veces se entretienen escribiendo o dibujando con la mano con la que no lo hacen habitualmente. Y eso, que parece un juego, hace trabajar minutos extras al cerebro.
“Normalmente, yo me peino el cabello con la mano izquierda, pero cada tanto lo hago con la derecha”, agrega Licet Valois. “Se trata de imponerle esa exigencia a nuestro cerebro, que está acostumbrado a rutinas regulares, y el hecho de que hagamos cosas de manera distinta le da la estimulación que necesita y que, a diferencia del resto de nuestro cuerpo, solemos no tener regularmente”.
Quienes deseen saber más sobre este tema, pueden visitar el sitio bilingüe de la Asociación de Alzheimer, en www.alz.org. Y para obtener más información sobre la Hispanic Federation, visiten www.hispanicfederation.org
¡Celebremos juntos el 31er aniversario de nuestra organización, y hasta la columna próxima! ¡Cuídense y cuiden a los demás!
Frankie Miranda es el presidente de la Hispanic Federation