Por la Ley de Sostenibilidad del Periodismo Local
La salud, la educación, la reforma migratoria, el apoyo a la mujer, son pilares de nuestro contenido
La prensa comunitaria de la que somos parte – tanto impresa como digital – está sufriendo una grave crisis.
Según el Instituto Lenfest de Periodismo desde 2008 el número de empleados de las salas de redacción cayó en 30,000. Dejaron de publicarse unos 2,100 periódicos, entre ellos 70 diarios. Desde el inicio de la pandemia, según el instituto Poynter, casi 100 pequeñas redacciones de todo el país, – a menudo de más de 100 años, y la única fuente de noticias locales – han cerrado bajo el peso del coronavirus. Muchos más sufren recortes salariales, licencias y despidos.
Por su parte, el auge de Internet no se tradujo en incrementos de ingreso. La publicidad local se alejó de los medios impresos, privandolos de fuentes de ingreso cruciales.
Pero si los años anteriores habían sido negativos para esta industria, el impacto de la era del COVID es desastroso.
Esta publicación, a base de sacrificio y tenacidad, sigue cumpliendo la tarea de informar y ayudar a nuestra gente.
Aquí estamos todavía.
Porque la prensa comunitaria cumple un papel esencial en mantener informadas a las comunidades y en la integración y asimilación de millones de inmigrantes.
En estos tiempos de desinformación y mentiras, cuando la democracia depende de la difusión de la verdad, cuando la noticia veraz y el periodismo real son reemplazados por ideas conspirativas no verificadas en los medios sociales y desinformación planificada, es más importante aún nuestra misión.
En estas páginas, estimulamos la participación política y la votación. Somos el perro guardián de los gobiernos locales tentados por la corrupción.
La salud, la educación, la reforma migratoria, el apoyo a la mujer, son pilares de nuestro contenido. Es información que se puede usar en la vida real.
Atentos a esta peligrosa situación, decenas de congresistas y senadores promueven la Ley de Sostenibilidad del Periodismo Local (HR 3940 en la Cámara Baja y S. 2434 en el Senado), con la idea de que sea parte del gigantesco paquete presupuestario Build Back Better (Reconstruir, pero mejor).
A diferencia de la ayuda directa por miles de millones de dólares que ha proporcionado el gobierno a los sectores bancarios, industriales, de transporte y agricultura entre otros, la ley no consiste de regalos o subsidios gubernamentales directos, sino que se basa en una serie escalonada de créditos fiscales para un enfoque de mercado libre.
Así, entre otros, la ley proporcionaría a las redacciones locales un crédito de cinco años de hasta $ 25,000 para contratar y retener periodistas, y otro para suscripciones a noticias locales o donaciones a editores de noticias locales sin fines de lucro. A pequeñas empresas, un crédito fiscal de cinco años de hasta $5,000 para gastar en publicidad en publicaciones de noticias locales.
Por esta iniciativa trabajan centenares de congresistas, senadores, activistas, analistas y organizaciones comunitarias, pero podría ser víctima de los recortes en el alcance de “Build Back Better”. Podría caer.
Depende de nuestros representantes en ambas cámaras luchar para que la herramienta de la prensa libre comunitaria siga estando en manos de nuestra gente. Varios de ellos ya lo están haciendo. Eso es lo que les pedimos.