Los cambios drásticos en el tamaño de los paquetes de comida provocan comer en exceso, según un nuevo reporte

Un nuevo informe publicado en American Journal of Public Health, comprobó la relación entre el aumento en las tasas de obesidad y el aumento del tamaño de las porciones de los alimentos envasados y los artículos de comida rápida en Estados Unidos

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De acuerdo con los investigadores y expertos que participaron en el informe: reducir el tamaño de las porciones servidas podría ser una "estrategia útil para mejorar la salud pública." Crédito: Getty Images

La industria alimentaria ha tenido un crecimiento desmedido que sin lugar a dudas a tenido graves consecuencias en la salud general. No en vano, de acuerdo con información liberada por el Centro de Control y Prevención de Enfermedades: desde 1999 las tasas de obesidad en los Estados Unidos aumentaron exponencialmente del 30,5% al 42,4% en 2018. Además, las Pautas dietéticas para estadounidenses 2020-2025 establecen que a partir de 2018, el 74% de los adultos estadounidenses se consideraba con sobrepeso u obesidad, lo que los ponía en mayor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas. Y claro, que esto ha tenido consecuencias en diferentes aspectos. Como era de esperar, un informe reciente publicado en el American Journal of Public Health, comprobó la relación entre el aumento de las tasas de obesidad en paralelo con el aumento de tamaño de los alimentos envasados ​​y los artículos de comida rápida en Estados Unidos. Para ser más específicos: entre dos y cinco veces el tamaño de las porciones normales anteriores cuando se introdujeron originalmente. Actualmente, muchos productos no han cambiado desde las recomendaciones de 2002, con envases aún cinco veces más grandes que antes.

De acuerdo con declaraciones de Lisa Young quien es investigadora principal del reporte que encabezó la American Journal of Public Health: “Las porciones empaquetadas más grandes conducen a comer en exceso porque las personas prestan poca atención al tamaño de sus porciones y se concentran en cambio en lo que comen.” Además, la investigación también muestra que comemos más cuando se nos presentan más alimentos, incluso si no tenemos hambre y no nos encante ese tipo de comida.

El informe original fue publicado la primer semana de diciembre por Young y Marion Nestle, se enfoca en hablar sobre las consecuencias de las porciones más grandes para alimentos ultraprocesados. Y pide que se implementen políticas y prácticas que fomenten los tamaños adecuados de las porciones. El estudio afirma que “las políticas estadounidenses actuales apoyan la producción de porciones más grandes a través de subsidios de ingredientes básicos que promueven la sobreproducción y los precios bajos.” Finalmente, los alimentos en los Estados Unidos son relativamente baratos en comparación con los costos de fabricación y servicio, y porciones más grandes pueden generar ingresos adicionales a bajo costo. Para los consumidores, las porciones grandes pueden parecer una ganga, pero contienen más calorías y fomentan la ingesta excesiva.

Existen contundentes ejemplos para poner este tema en perspectiva: mientras que una Coca-Cola grande de Burger King en el Reino Unido contiene 262 calorías, en los Estados Unidos la porción es lo suficientemente grande como para consumir 510 calorías.

Lo más preocupante es que los tamaños de las porciones más grandes afectan negativamente la salud de las comunidades de bajos ingresos. Esta no es la primera vez que Young o Nestlé presentan su investigación y fomentan el cambio de políticas. Juntos, anteriormente publicaron informes, incluido uno en 2002, en el que notaron un aumento en el tamaño de las porciones de alimentos del mercado que superan los estándares federales, a pesar de que la actividad física sigue siendo la misma. También, su informe de 2003 en la Revista de la Academia de Nutrición y Dietética afirma que la falta de cambios en las porciones podría estar relacionada fácilmente con el aumento de la prevalencia de estadounidenses con sobrepeso.

Y, sin embargo, mientras que las versiones anteriores de las Guías Alimentarias para los Estadounidenses han calificado a la obesidad como “la mayor amenaza para la salud pública en este siglo”, Young y Nestlé señalan la falta de cambios en el tamaño de las porciones que se sirven en los restaurantes y en los alimentos envasados ​​en su informe del 2012 American Journal of Preventive Medicine. De acuerdo con Young: “Es importante centrarse en lo que comemos junto con la cantidad que comemos.Ambos aspectos son igual de importantes para la buena salud.”

En el informe reciente, también se mencionan los factores socioeconómicos asociados con el aumento de peso, que generalmente se observa en comunidades de pobreza, educación inadecuada, discriminación racial y de género, desempleo y falta de atención médica. Es innegable decir que el consumo frecuente de estos alimentos ocurre dentro de estas comunidades que sufren de falta de recursos, bajos ingresos y desiertos alimentarios. Lo cual ha hecho que se convierta en un problema de salud pública importante. De acuerdo con los investigadores y expertos que participaron en el informe: reducir el tamaño de las porciones servidas podría ser una “estrategia útil para mejorar la salud pública.”

El informe de Young y Nestlé hace referencia a un artículo publicado en el BMJ que señala que el 60% de las calorías consumidas entre 2007 y 2012 provinieron de alimentos ultraprocesados. Las tasas de consumo de estos alimentos disminuyeron al comparar la edad y el nivel de ingresos, así como el consumo de las comunidades con niveles más bajos de educación.

Para concluir su informe, Young y Nestlé establecen soluciones que incluyen incentivos de precios para vender porciones más pequeñas de alimentos ultraprocesados, descontinuar tamaños más grandes e incluso restringir la comercialización de porciones grandes. Especialmente en torno a los niños y las minorías. Sin embargo, dado que las políticas siguen siendo las mismas, Young sugiere algunas formas en las que pueden iniciar estas prácticas para garantizar una mejor salud para todos.

La primera es comprar artículos de una sola ración. En lugar de abrir una bolsa grande de papas fritas, abra una pequeña que sea para una persona. Si bien podemos comer ‘varias porciones’ de una bolsa grande de papas fritas, es poco probable que abramos un montón de bolsas pequeñas. Un buen tip, para quienes por cuestiones de presupuesto les conviene comprar una bolsa grande, es dividirla en porciones más pequeñas para comer más tarde.

La segunda sugerencia es integrar más frutas y verduras en las comidas. La razón principal es que son alimentos muy ricos en fibra que aportan mucha saciedad y es mucho más fácil no comer en exceso al estar satisfechos. La recomendación es enfocarse en los nutrientes positivos y antioxidantes, finalmente nadie engordó por comer demasiadas zanahorias o apio. Lo mejor de todo es que para quienes no tengan disponibles alimentos frescos, pueden apostar por las versiones de frutas y verduras congeladas. Las latas de verduras bajas en sodio también pueden ayudar a proporcionar un lado nutritivo para las comidas.

Utiliza tazas medidoras cuando cocines en casa. Si bien no es necesario pesar todo lo que comemos, existen algunos alimentos en los que resulta conveniente por ejemplo cuando sirvas cereal coloca una porción de una taza en una taza medidora en lugar de verter el cereal directamente en un tazón de gran tamaño.

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