Rusia y Ucrania | Paralímpicos 2022: ¿es justo vetar deportistas de eventos internacionales por razones políticas?
Los atletas rusos y bielorrusos no pueden participar en los Juegos Paralímpicos de Invierno de Pekín 2022. Es uno de los muchos eventos deportivos prohibidos para Rusia tras la invasión de Ucrania, pero ¿debe castigarse a un deportista por lo que hace su país?
El Comité Paralímpico Internacional (CPI) se convirtió en la última organización deportiva en imponerle sanciones a Rusia.
Decidió prohibirles a los atletas rusos y bielorrusos participar en los Juegos Paralímpicos de Invierno de Beijing 2022, a solo 24 horas de la Ceremonia de Apertura.
En los últimos días, el deporte ruso ha sufrido varios castigos que van desde ser excluido de la Copa Mundial de la FIFA Masculina 2022, hasta perder eventos como el Gran Premio de Rusia de F1.
Si bien los deportistas y las organizaciones de todo el mundo han expresado su apoyo a las sanciones contra Rusia, ha surgido la cuestión de la imparcialidad de tales castigos.
“Acto discriminatorio”
El Comité Paralímpico de la Federación Rusa (CPR) emitió una declaración el 3 de marzo en la que acusó al CPI de castigar a sus atletas.
“De acuerdo con esta decisión, los atletas rusos aparecen como los perpetradores en las complicaciones políticas actuales”, dijo el CPR.
Pero el presidente del CPI, Andrew Parsons, dijo: “A los atletas de los países afectados, lamentamos mucho que se vean afectados por las decisiones que sus gobiernos tomaron la semana pasada al violar la tregua olímpica … Ustedes son víctimas de las acciones de sus gobiernos“.
La Unión Rusa de Fútbol calificó la exclusión de los equipos rusos de las competiciones como un “acto discriminatorio” y prometió impugnar legalmente la decisión de la FIFA.
“[La decisión] es obviamente discriminatoria por naturaleza y perjudica a un gran número de atletas, entrenadores, empleados de clubes y equipos nacionales, y lo más importante, millones de fanáticos rusos”, dijo la organización en un comunicado.
“Contra el espíritu del deporte”
Entre los deportistas, el expiloto de F1 Daniil Kvyat, que actualmente compite en eventos de rally, tuiteó el 1 de marzo que vetar a los atletas rusos va en contra del espíritu del deporte.
“Me horroriza ver a las naciones de la hermandad en conflicto”, escribió Kvyat en el tuit que también contenía críticas veladas a la guerra.
“[Pero] también me gustaría destacar y dirigirme a todas las federaciones deportivas de todo el mundo, incluido el COI, que el deporte debe permanecer fuera de la política y no permitir que los atletas y equipos rusos participen en competiciones mundiales es una solución injusta y va en contra de lo que el deporte nos enseña en su principio: la unidad y la paz”.
Si bien el organismo rector del automovilismo FIA decidió permitir que los pilotos rusos compitan en eventos, se han emitido prohibiciones a nivel local.
El único representante ruso de la F1, Nikita Mazepin, no podrá competir en el GP de Reino Unido en julio después de un fallo de Motorsport UK.
“Una injusticia más grande”
Keith Rathbone, historiador deportivo de la Universidad Macquarie, en Sydney, le dice a la BBC que cuestionar la imparcialidad de las prohibiciones deportivas es válido.
“Los atletas no deciden lo que hacen sus países, y están enfrentando un castigo por cosas en las que realmente no tenían mucho que decir”.
Pero Rathbone pone eso en perspectiva al agregar que los deportistas no pueden protegerse de crisis como las guerras.
“Cuando se imponen sanciones a los bancos e industrias rusas, por ejemplo, hay muchas personas que también sufren sin otra opción“, agrega.
“La invasión de Ucrania es una injusticia mayor que la que los deportistas pueden estar pasando”.
Deporte y política
La británica Tanni Grey-Thompson, una de las paralímpicas más victoriosas de todos los tiempos, dijo que simpatiza con los atletas rusos, pero que la exclusión fue un paso correcto.
“La vida en Rusia para una persona discapacitada es increíblemente difícil y la mayoría de los atletas solo se financian con las medallas que ganan”, le dijo Grey-Thompson a BBC Sport.
“Es difícil, pero no podemos seguir fingiendo que el deporte y la política no están vinculados“.
“El CPI se enfrentó a la negativa de múltiples países a competir. Casi todos los eventos de medallas iban a ser afectados”, agregó.
Ha habido casos de atletas rusos que critican públicamente a Moscú por el ataque, incluido Daniil Medvedev, el tenista masculino número 1 del mundo.
Rathbone, sin embargo, dice que las decisiones de prohibir a los atletas deben tomarse en conjunto.
“No creo que envíe el mensaje correcto analizar caso por caso”, explica Rathbone.
“El mensaje más fuerte es decir que ‘Rusia está fuera hasta que se aleje de Ucrania'”.
¿Funcionan las sanciones deportivas?
Experiencias anteriores muestran que las sanciones deportivas no ponen fin a las guerras ni abordan radicalmente la injusticia.
Sudáfrica pasó décadas en el desierto deportivo durante los años del apartheid antes de poner fin oficialmente a la discriminación racial respaldada por el Estado en 1991.
Del mismo modo, la exclusión de Yugoslavia del Campeonato Europeo de Fútbol Masculino de 1992 no detuvo la horrenda violencia en los Balcanes.
Pero Rathbone cree que las sanciones deportivas tienen un fuerte valor simbólico dado que el deporte jugó un papel muy importante en la historia reciente de Rusia: el país fue sede de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2014 y la Copa Mundial de fútbol de 2018.
“El deporte ha sido una herramienta poderosa para Rusia y el presidente Vladimir Putin”, argumenta.
“Entonces, si las organizaciones deportivas ahora están reevaluando su relación con Rusia, es un paso positivo. Incluso si llega muy tarde”.
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