Un renovado Nadal despacha sin atenuantes a Hijikata
El español como en los viejos tiempos ofreció su mejor versión la noche y dejó en el camino al australiano Rinky Hijikata.
Rafael Nadal no tuvo mayores problemas para resolver el partido ante el debutante australiano de 21 años Rinky Hijikata, 198 del ranking ATP, que no obstante su derrota dejó muy buena impresión. Tras 3 horas con 8 minutos el marcador quedó en 4-6, 6-2, 6-3 y 6-3.
El español se medirá el jueves en segundo ronda con el italiano Fabio Fognini.
Nadal concedió el primer set a Hijikata para que tocara la gloria, y a renglón seguido lo hizo volver a la realidad de tal forma que no quedara duda que era él el que llevaría las riendas del partido y rumbo a la victoria.
En el estadio Arthur Ashe no cabía un alma, la gente que sabe de tenis percibía que estaba viendo quizá los últimos capítulos de una leyenda de este deporte y eso ameritaba no perderse un segundo del espectáculo.
Nadal de 36 años, con un récord de 22 Grand Slams -entre ellos cuatro en el abierto neoyorquino- como de costumbre se enfundó su traje de orfebre para moldear su obra y lo hizo de forma rutilante, Hijikata no fue más el avezado protagonista del primer set, aunque lo intentó y tiene recursos y juventud de sobra, no fueron suficientes para encarar el despliegue avasallador de un Nadal sediento de gloria, como si la que ya tiene no le fuera suficiente.
Para esta noche Nadal lució una tenida de color chocolate con vivos rosa en la camiseta, las muñequeras y el cintillo y para contrastar, zapatos de un rojo intenso…pero toda esa estética no tiene nada que ver con lo que se disputa en cada milímetro de la cancha. Allí Nadal sube y baja de revoluciones hilvanando cada punto con solvencia de maestro.
Juego impecable
Nadal no mostró flanco débil y no porque el joven australiano no lo exigiera sino porque el español esta noche parecía un veinteañero, defensivamente impecable y ofensivamente contundente.
En el cuarto set Hijikata entró dispuesto a dar batalla…Nadal en cambio parecía empezar a dosificar sus energías. Con dos sets de ventaja sabía que podía resolver el pleito en esta instancia, sólo tenía que forzar romper el servicio del australiano y ratificar el suyo.
Lo dicho, Nadal estaba a la caza de un quiebre hasta que lo logra en el quinto juego, luego sumaría otro en el octavo y ya para entonces se conocía la sentencia del australiano que luchó hasta con los dientes lo cual fue reconocido con aplausos por el público.
El español no perdonó cerrando el cuarto parcial con un claro 6-3 después que el juego se extendiera por más de 13 minutos y que el australiano lograra salvar 5 puntos de partido.
El balance final no pudo ser mejor para Nadal que anotó nueve aces y ganó 44 de 57 (77%) puntos con su primer servicio.