George Clooney revela divertida anécdota sobre un director que criticó su forma de besar
En los inicios de la carrera interpretativa de George Clooney hubo un director que no dudó en cuestionar abiertamente las técnicas amatorias del famoso actor
George Clooney fue considerado el soltero de oro de Hollywood por su mezcla de carisma e innegable atractivo físico, debidamente combinada con una aparente alergia al compromiso hasta el año 2014 y durante décadas. Esa faceta de su vida terminó cuando se enamoró perdidamente de la reputada jurista Amal Alamuddin, con quien contrajo matrimonio hace ocho años y con la que debutó en la paternidad en 2017, tras el nacimiento de sus mellizos Ella y Alexander.
El astro de Hollywood alcanzó esa fama de mujeriego y ‘sex symbol’ en sus primeros años de madurez, porque en los albores de su carrera interpretativa hubo un director que no dudó en cuestionar abiertamente sus técnicas amatorias. El realizador le pidió en varias ocasiones que repitiera aquellas escenas en las que su personaje tenía que besar en los labios a su amada, instrucciones que no le hicieron ninguna gracia al también cineasta y activista.
Como ha explicado el propio Clooney en su última conversación con el diario The New York Times, ese desagrado ante las críticas de su director no tenía nada que ver con un hipotético exceso de orgullo profesional, sino con el hecho de que suponían un ataque directo a la forma en que, en su vida cotidiana, Clooney se manejaba en el terreno sentimental. “Me dijo: ‘¡Pero no la beses así!’. Y yo le contesté: ‘Esos son mis movimientos de verdad. ¡Eso es lo que hago en la vida real!”, ha revelado.
Afortunadamente, y con el paso de los años, George Clooney ha aprendido a sacar el máximo partido a sus ‘defectos’. Sin ir más lejos, el artista y la coprotagonista de su nueva película, Julia Roberts, optaron por no aprender coreografía alguna de cara a una secuencia de la cinta, ‘Ticket to Paradise’, en la que ambos han de bailar de forma embarazosa delante de sus hijos. “Todo el mundo tenía su idea de cómo deberíamos bailar, pero nosotros dijimos: ‘Bueno, la verdad es que tenemos movimientos muy vergonzantes en la vida real’. Lo peor de todo es que Julia y yo ya bailamos así sin cámaras de por medio”, ha bromeado.