Parientes de hondureños asesinados por vecino en vivienda de Texas alegan que autoridades ignoraron sus llamadas al 911
Los familiares alegan que, a pesar de que llamaron al 911 cuando inició el ataque y en medio del mismo, agentes no llegaron a tiempo
Las autoridades en Texas ofrecen una recompensa de $80,000 dólares por información que conduzca al arresto de Francisco Oropesa. Crédito: FBI Houston | Cortesía
Parientes de las cinco víctimas del tiroteo en una vivienda en Texas denunciaron que, a pesar de que llamaron al 911 cuando inició el ataque y en medio del mismo, las autoridades no llegaron a tiempo.
En entrevista con Telemundo Noticias, familiares de los asesinados la noche del viernes pasado en Cleveland alegaron que agentes se tardaron en llegar a la escena a pesar de los insistentes llamados de auxilio.
“¿Cuántas vidas se va a llevar? ¿Cuántos niños se van a quedar sin mamá?”, cuestionó Jesky Castillo, hermana de Diana Velázquez.
“Apenas tenía 21 años. Ella empezaba a vivir su vida, tenía tantas cosas por hacer”, declaró entre llanto sobre la pérdida de la joven.
“Todavía yo no creía que ella era una de las que estaba muerta en aquella casa“, añadió la mujer. “Yo siento que una parte es culpa del Gobierno…que cualquier estúpido compra un arma”, señaló.
Francisco Oropesa, que se encuentra prófugo de las autoridades desde que se reportó el incidente, atacó a las víctimas, todas hondureñas, con un fusil AR-15.
Las autoridades ofrecen una recompensa de $80,000 dólares por pistas que lleven a la captura del mexicano de 38 años.
Investigadores creen que Oropesa podría estar armado, ya que agentes incautaron otras armas en su casa aparte de la homicida.
Los últimos reportes del caso arrojan que las autoridades tienen cero pistas del paradero del sospechoso.
Aparte de Velásquez Alvarado, en el ataque fallecieron: Daniel Enrique Lazo, de 9; Sonia Argentina Guzmán, de 25; Obdulia Molina Rivera, de 31, y José Jonathan Cáceres, de 18.
La información que ha transcendido hasta el momento apunta a que Oropesa estaba disparando con su fusil semiautomático en el jardín de su casa cuando uno de sus vecinos se le acercó y le pidió que dejara de hacerlo, ya que era tarde, y la familia, incluido un bebé, no podía dormir.
Fue entonces que Oropesa irrumpió en la vivienda de estos, donde habían 10 personas, y les disparó tipo ejecución.
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