Identifican los restos de una mujer encontrados en una bolsa hace 45 años en Nevada

Cuando Florence Charleston se despidió de su familia en Cleveland, Ohio, nadie se imaginó que nunca volverían a tener noticias suyas pues apareció muerta en la pequeña ciudad de Imlay

Hasta el momento sigue sin determinarse quién metió el cadáver de Florence Charleston en una bolsa de plástico hace 45 años

El caso de Florence Charleston ingresó en el Sistema Nacional de Personas Desaparecidas y No Identificadas, donde permaneció olvidado durante cuatro décadas. Crédito: Evening Standard | Getty Images

En 1978, la policía de Nevada reportó que en la pequeña ciudad de Imlay, en Nevada —dos horas al norte de Reno—, se había encontrado una bolsa de ropa la cual contenía los restos muy deteriorados de una mujer de quien se desconocía su identidad.

Al analizar la ropa descubierta lo único que logró establecerse es que pertenecía a una mujer con cerca de 60 años al momento de morir.

Sin embargo, no existía ningún tipo de pista que aportará algo sobre su identidad y menos de quién había metido su cadáver en una bolsa.

Años atrás, Diane Liggitt se enteró que una de sus tías de nombre Florence Charleston se había mudado con un nuevo novio desde Cleveland, Ohio, hasta Portland, Oregón, y desde entonces su familia le había perdido la pista.

De esta manera, el tiempo trascurrió con la interrogante sobre quién era la mujer de la bolsa y sobre qué había pasado con la tía Charleston.

Aunque se compararon registros dentales con los de otras personas desaparecidas, no se logró ningún avance para resolver la muerte de la mujer en la ciudad de Imlay.

Ante la falta de material y de voluntad para seguir investigando, su caso terminó por ingresar en el Sistema Nacional de Personas Desaparecidas y No Identificadas, donde permaneció olvidado durante cerca de 40 años.

No obstante, en marzo de este año, la policía de Nevada realizó una nueva investigación conjunta apoyándose en Othram Inc., un laboratorio privado especializado en análisis de genealogía forense.

De esta manera, se utilizó ADN tomado de los restos de la mujer descubierta en 1978 y gracias a ello se pudo desarrollar un perfil de ADN completo, lo cual llevó a un grupo de investigadores hacia dos de las sobrinas de Florence Charleston que aún viven en Ohio.

Fue así como, después de un largo letargo, se determinó que la fémina perdió la vida en circunstancias todavía no definidas y por ello nunca más tuvo contacto con su familia.

En gran medida, el mérito de la identificación de los restos debe atribuírsele a Sean Koester, quien se hizo cargo del caso sin resolver en octubre de 2022.

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