Columna de la Dra. Nancy Alvarez: ¿Qué hacer si nos enamoramos de una “victima”?
Cuando este patrón domina la personalidad de alguien, se convierte en tóxico para su propia salud mental y su relación
Víctima es aquella persona que culpa a otros por sus problemas. Tampoco hace nada por resolver sus asuntos, se la pasa quejándose de su mala suerte: el mundo es hostil, sus conflictos no tienen solución, no habla claro ni dice lo que quiere, tampoco hace nada para enfrentar lo que causa su desazón, vive en un estado de mal humor.
Siente pena por él/ella misma y no entiende porqué le pasan las cosas. A menudo está más tiempo quejándose de lo que pasa, que haciendo algo para resolverlo. Culpa a las personas de su pasado (padres, exparejas, amigos) por su mala suerte y lo que ha sido su vida. Se siente atrapado/a y no puede ver una salida. Vive deprimido/a y amargado/a.
Si su esposo o esposa es así, despierte. Usted está casado/a con una víctima. Está de más decirle que esa es una relación disfuncional. Sin ayuda profesional, está condenada al fracaso.
Síntomas de la víctima:
-Son expertas en culpar a otros por sus problemas.
-Ven la vida como una situación adversa
-Expresan su rabia de manera encubierta.
-Piensan que no tienen poder ni ayuda.
Pueden haber sido abusados cuando eran niños, sexual, física o emocionalmente. La debilidad o impotencia que experimentaron entonces, los impulsó a tomar una decisión inconsciente sobre ellos: “Yo no tengo poder. Los demás tienen poder sobre mí”.
Repiten el mismo patrón negativo en sus relaciones y en su vida, porque no intentan encontrar la fuente. Cuando una persona poderosa se enfrenta a un problema, pregunta: “¿Por qué me está pasando? ¿Cómo puedo cambiarlo?”. La víctima pregunta: “¿Por qué esto me está pasando a mí?”. Se enfoca en la persecución, en aspectos de la crisis, en vez de entender cómo ocurre y qué puede hacer para evitarla la próxima vez.
¿Qué hacer si usted se enamora de una víctima?
Todos tenemos una víctima secreta dentro. Pero cuando este patrón domina la personalidad de alguien, se convierte en tóxico para su propia salud mental y su relación. Si usted se involucra con alguien así, es esencial que confronte el tema con esa persona, aunque esto le ponga muy incómodo.
La postura de víctima puede ser exitosamente combatida con terapia, compromiso y perseverancia… si la pareja está dispuesta a cambiar. Pero no se engañe, si usted ignora el patrón, no va a desaparecer. De no hacerle frente, su simpatía por ese ser que ama terminará en apatía.