Raheem Sterling falló insólitamente un tres contra uno en la caída del Chelsea ante los Wolves

El Chelsea tuvo un tropiezo este domingo al perder 2-1 contra los Wolverhampton Wanderers, convirtiendo el partido en un verdadero desastre para el equipo de Londres. La Premier League programó este enfrentamiento para cerrar la fecha 18, pero los Blues sufrieron una derrota en su visita al Molineux Stadium, lo que los dejó estancados en la décima posición de la tabla.

Más allá de los goles, una jugada particular acaparó la atención durante el encuentro, con Raheem Sterling como protagonista. Fue en el minuto 31 del primer tiempo cuando los Wolves iniciaron una maniobra hacia atrás. La pelota llegó a José Sá, el portero, quien la envió al centro hacia João Gomes. Este último controló de forma deficiente, y la velocidad de Sterling le permitió robar el balón y encarar hacia el arco rival.

El extremo se encontró solo frente al portero portugués, con el respaldo de Cole Palmer y Nicolas Jackson a su lado, una situación que parecía ideal para abrir el marcador.

Sin embargo, Sterling tomó la peor decisión posible: intentó definir frente a Sá y desperdició la oportunidad. Inmediatamente, sus dos compañeros mostraron una profunda indignación y, a partir de ese momento, el rendimiento del Chelsea cayó en picada.

Mauricio Pochettino, visiblemente impactado por lo que presenció, se sumergió en su asiento en el banquillo hasta el final del primer tiempo. Luego, caminó furioso por el túnel para llevar a cabo la charla técnica.

Los Blues no lograron recuperarse del golpe anímico que significó fallar una oportunidad tan clara. A los 51 minutos, Mario Lemina abrió el marcador desde un tiro de esquina. La desesperación y la falta de ideas de juego fueron evidentes en el equipo dirigido por el entrenador argentino. Expuestos completamente en defensa, permitieron a Matt Doherty marcar el segundo gol, con un sutil toque de pie derecho dentro del área de Dorde Petrovic, llevando el marcador a 2-0 y desatando el delirio en la afición local.

Fue recién en el minuto 96 cuando el Chelsea logró descontar, gracias a un centro de Sterling y un desvío posterior de Christopher Nkunku, quien se está recuperando de una lesión y retomando su ritmo poco a poco. El técnico Gary O’Neil celebró efusivamente al final del partido, ya que estos tres puntos fueron cruciales para el Wolves en esta temporada.

Con este resultado, el Chelsea se quedó en la décima posición con 22 puntos, al igual que los Lobos, aunque con una peor diferencia de goles. Los dirigidos por Pochettino volverán a jugar el próximo miércoles 27 de diciembre contra el Crystal Palace en Stamford Bridge.

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