Protestas en Israel exigen el rescate de sus rehenes y la renuncia de Benjamin Netanyahu
En dos protestas diferentes, los israelíes siguen pidiendo la liberación de los secuestrados por parte de Hamás, además hubo manifestaciones antigobierno en contra de Benjamin Netanyahu pidiendo su destitución como primer ministro
Miles de israelíes salieron a las calles de Tel Aviv la noche del sábado en dos manifestaciones diferentes, una para exigir el rescate inmediato de los más de 100 rehenes que el grupo islamista Hamás mantiene en la Franja de Gaza desde hace más de tres meses y medio, y otra para pedir la renuncia del primer ministro, Benjamín Netanyahu.
La marcha por los secuestrados, que pide su liberación, aunque eso signifique aceptar las condiciones de Hamás, se ha venido repitiendo semanalmente en la llamada Plaza de los Rehenes de Tel Aviv, y ha cobrado cada vez más aforo. Este sábado coincide con el Día Internacional en Recuerdo del Holocausto.
“Realmente me gustaría pedir y apelar a la gente de Gaza para que ayuden a liberar a los secuestrados. Sé que es difícil contra Hamás, pero así como ayudamos a la gente contra los nazis, ustedes también pueden ayudar y salvar a los secuestrados con información o de cualquier manera”, dijo Cohen Saban, uno de los asistentes, en declaraciones recogidas por la prensa local.
En tanto, las manifestaciones antigobierno, que además de Tel Aviv ocurrieron en Jerusalén, frente a la casa del presidente Isaac Herzog, en Cesarea frente a una residencia de Netanyahu, y en Haifa, exigieron elecciones anticipadas y la destitución del primer ministro.
“No formaremos un Gobierno de racistas, no formaremos un gobierno de criminales”, coreaban.
En una conferencia de prensa, Netanyahu aseguró que las protestas para exigir la liberación de los rehene “sólo aumentan” las exigencias de Hamás y “alejan el objetivo” de recuperar a los secuestrados.
Los países mediadores en el conflicto, como Catar, Egipto y Estados Unidos, siguen tratando de negociar un nuevo alto el fuego que permita la liberación de los rehenes, pero las negociaciones parecen estancadas, ya que Hamás exige un cese definitivo de las hostilidades, mientras Israel solo está dispuesto a una tregua temporal.
En un cese el fuego que duró una semana a finales de noviembre, 110 rehenes fueron liberados a cambio de la liberación de 240 palestinos presos en cárceles israelíes. Se estima que unos 132 rehenes continúan en Gaza, aunque una treintena habría muerto.
Netanyahu, quien antes de que estallara la guerra enfrentaba el movimiento antigobierno más masivo de la historia reciente de Israel por una reforma judicial que impulsa, padece ahora una grave crisis de popularidad, en medio de los crecientes llamados internacionales y domésticos por un cese el fuego, algo a lo que se opone vehementemente.
Hamás desató la guerra al perpetrar un ataque el 7 de octubre contra Israel que dejó unos 1.200 muertos y 250 secuestrados. Desde entonces, el Ejército israelí mantiene una fuerte ofensiva por aire, tierra y mar que ha dejado más de 26.200 muertos, casi 65.000 heridos, 8.000 desaparecidos y 1,9 millones de desplazados.
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