Julieta Hernández, asesinada cuando viajaba en bicicleta a Venezuela: ¿qué pasó con su caso?
La joven de ciclista recorrió el noreste de Brasil en su bicicleta, con la intención de cruzar hacia Venezuela, su país natal, para visitar a su madre. Los asesinos mantuvieron las pertenencias escondidas
La migrante venezolana Julieta Hernández fue hallada sin vida en el estado brasilero de Amazonas Crédito: Julieta Hernández | Cortesía
El cuerpo de Julieta Hernández fue encontrado a principios de enero en una zona boscosa de Presidente Figueiredo, en Brasil, junto con partes de su bicicleta, luego de haber estado estado desaparecida durante dos semanas.
La joven ciclista, quien además era veterinaria, artista multifacética y defensora de los derechos humanos, emprendió en 2018 un viaje desde Venezuela hasta la Patagonia y de regreso se instaló en Brasil, donde fundó una escuela de payasos.
Posteriormente, decidió recorrer el noreste de ese país en su bicicleta y llevó espectáculos a zonas vulnerables. “Batió récords haciendo cosas que nunca antes nadie había hecho, llevando sonrisas y alegrías a lugares desprotegidos”, recuerda su hermana Sophia.
En una entrevista a la radio venezolana Unión Radio, explica que la tragedia ocurrió cuando Julieta llegó a un centro cultural en Presidente Figueiredo, cerca de la frontera con Venezuela, con la intención de cruzar a Venezuela y así visitar a su madre en Puerto Ordaz, en el estado Bolívar.
En ese lugar se hospedó y fue asesinada por una pareja, un crimen que generó gran indignación en Brasil, ya que Julieta “solo llevaba amor y alegría”, según Sophia.
El caso inicialmente fue clasificado como robo, pero su hermana insiste en que se trató de un feminicidio agravado por xenofobia. “A mi hermana la asesinan por ser mujer… la agredieron sexualmente, la torturaron. Nunca fue el móvil robarla”, explica.
Los asesinos mantuvieron las pertenencias de Julieta ocultas e incluso Sophia aseguró que tiene en sus manos el celular por el que se había informado que su hermana fue asesinada. Dice asimismo que la pareja detenida por este crimen no intentó desbloquear ni vender el aparato.
El proceso judicial de Julieta Hernández ha sido complicado
Sophia y su familia intentan que las autoridades de Brasil reclasifiquen el caso y obtener justicia. “Nosotros tuvimos que luchar… destapamos esta olla de que la ciudad estaba ocultando el crimen”, denuncia la hermana de la víctima.
Aunque han logrado ser admitidos como abogados acusadores, el proceso sigue en curso.
Sophia, que enfatiza lo importante que es para ellos lograr justicia para honrar la vida de su hermana, asegura que la clasificación inicial del caso como robo es completamente incorrecta.
La situación ha revelado numerosas irregularidades, afirma.
Asegura que el crimen no fue un robo, ya que todos los objetos de Julieta fueron escondidos para ocultar el asesinato. También menciona que la ciudad intentó encubrir el crimen para no manchar su reputación turística.
“Mi hermana fue víctima de un cruel feminicidio, uno de los peores feminicidios ocurridos en Brasil y en esa ciudad, que es una ciudad donde aparentemente es turística y esta gente quería tapar el crimen rápidamente, lo colocaron como un robo y empezaron a avanzar con el caso. Julieta ha sido víctima de un feminicidio y de xenofobia, esta gente pensó que era una pobre ciclista, que nadie la conocía, que nadie la encontraría y se encontraron con todo lo contrario”, expresa.
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