Instituto Puertorriqueño de la Familia se adapta a los cambios de la Gran Manzana: la salud mental como prioridad

El PRFI opera tres clínicas ambulatorias de salud mental y programas integrales de desarrollo infantil y familiar para personas de bajos ingresos

La crisis migratoria ha impuesto otros compromisos a esta organización que surgió hace décadas para ayudar a los boricuas a integrarse s NYC.

La crisis migratoria ha impuesto otros compromisos a esta organización que surgió hace décadas para ayudar a los boricuas a integrarse s NYC. Crédito: PRFI | Cortesía

El Instituto Puertorriqueño de la Familia (PRFI) una organización de servicios humanos y de salud, con 64 años en la ciudad de Nueva York, se sigue redimensionando y adaptando a los cambios que impone una urbe en constante transformación.

El capítulo de la crisis migratoria, que ha traído desde la primavera de 2020, a más de 200,000 migrantes solicitando albergue y servicios, obligó a estas organización nuevamente a repensar la forma cómo ofrecía sus servicios. 

“Los recién llegados más allá de cualquier otra necesidad material, es obvio que vienen con toda una experiencia que casi siempre atenta contra su salud mental. Creo que la mayor contribución que podemos dar es ofrecer servicios para minimizar el trauma, que significa llegar aquí, luego de haber puesto en riesgo tu vida. Es un asunto complejo desde todo punto de vista humano”, ponderó David Benitez, director de comunicaciones de PRFI.

Las clínicas de salud mental

El PRFI opera tres clínicas ambulatorias de salud mental y programas integrales de desarrollo infantil y familiar para personas de bajos ingresos, con niños de 2 años y 9 meses a 5 años.

Esto aunado a planes de intervención de crisis, basados en el hogar que brinda una alternativa a la hospitalización psiquiátrica y/o colocaciones para niños en riesgo, de 5 a 17 años.

Además, cuenta con toda una estructura de trabajadores sociales para hacer referencias apropiadas para servicios esenciales de salud, educación y vivienda para toda la familia a las agencias gubernamentales locales, estatales y federales.

Desde 1975, este instituto obtuvo los auspicios de tres Centros de Cuidados Intermedios (ICF) que brindan servicios para que personas con discapacidades del desarrollo, adquieran habilidades de la vida diaria.

Las clínicas de salud mental de PRFI, dan opciones de consultas remotas a través de esquemas de telesalud, es decir tanto llamadas telefónicas, como videoconferencias.  

La mayoría de este tipo de servicios, usualmente usan la terapia cognitiva como parte del proceso de abordaje. En este caso, se utilizan tratamientos basados en evidencia y en plantear objetivos claros al paciente.

“Nacimos como una institución necesaria para permitir la integración de personas que venían de Puerto Rico buscando mejores condiciones de vida. Por no hablar inglés no entendían bien algunos procesos normativos de esta ciudad. Y muchos terminaron hasta perdiendo la custodia de sus hijos, por ignorar leyes”, recuerda Benitez.

De brazos abiertos

La visión personal del portavoz de esta institución, es que si se presta más atención a la salud mental, posiblemente sea un paso muy contundente para evitar que las personas vulnerables, especialmente los más jóvenes y adolescentes, terminen saltándose normas, que los lleve a manos de la justicia.

Con décadas de experiencia de servicios clave en la integración a una ciudad complicada, los portavoces de PRFI quieren dejar claro que aunque su nombre se asocie con los boricuas, es solo una referencia histórica, pues en la actualidad son una organización de brazos abiertos a todos los grupos étnicos.

El compromiso de esta organización con base en el Bajo Manhattan es la eliminación del racismo, la prevención de la violencia y todas las formas de discriminación. 

Todos los días un variado equipo profesional, pone su hombre para ayudar a eliminar barreras de los afroamericanos, latinos y todas las minorías en Nueva York y también en Puerto Rico.

 A nadie se le niegan servicios por motivos de raza, idioma, orientación sexual, religión o incapacidad de pago. 

En efecto, los boricuas abrieron el camino en Nueva York a otras comunidades hispanoparlantes. Hace 64 años eran la mayoría hispana. Ahora los programas que surgieron bajo la concepción de ayudar a la familia tradicional puertorriqueña, se expandieron y están al servicio de todos los neoyorquinos.

Entre los años 1950 y 1980, miles de puertorriqueños vinieron a la Gran Manzana, especialmente a El Bronx y el este de Harlem, constituyéndose como la primera comunidad hispana de la Gran Manzana. 

La misión de PRFI es más retadora en un momento en que el Departamento de Salud de la Ciudad de Nueva York (DOHMH), que reveló con preocupación que casi 1 de cada cuatro adultos en los cinco condados sufre de algún desafío de salud mental.

Es decir 1,5 millones de neoyorquinos mayores de 18 años; en el caso de los niños de 3 a 13 años, el 15% tienen un diagnóstico de salud mental: 8% de ansiedad y 3% de depresión, mientras que el 48% de los adolescentes experimentan síntomas depresivos que van desde leves (27%) hasta graves (11%)

Conecta con PRFI:

  • Para conocer y conectar con los servicios del Instituto Puertorriqueño de la Familia (PRFI) visite su página web: www.prfiorg.com
  • La sede principal de esta organización se ubica en 145 West, Calle 15, 2 piso en Manhattan.
  • El punto telefónico de contacto es 212-924-6320 para solicitar información sobre los servicios.

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