Columna de María Marín: ¡Abre los ojos, no te hagas la ciega!
No ignores las señales de alerta, especialmente al principio de una relación
Imagina que estás súper cómoda en el sofá de tu sala viendo tu telenovela favorita, mientras saboreas un helado. Inesperadamente, percibes un fuerte olor a quemado y en vez de levantarte a ver qué pasa, piensas que algún vecino quemó su comida.
Luego oyes las sirenas de los bomberos, pero tampoco haces caso. Más adelante, escuchas una voz por un altoparlante: “Desalojen sus apartamentos, estamos en emergencia”. Tú no piensas que estás en peligro, así que le subes el volumen al televisor y continúas disfrutando de la telenovela.
¿Te imaginas que hicieras eso ante una emergencia de tal magnitud? ¡Qué locura! Solamente que fueras ciega y sorda, se podría justificar que actuaras tan irresponsablemente. Sin embargo, cuando se trata de relaciones amorosas, así actuamos las mujeres. Vemos que un hombre da indicios de que va a ser un mal partido, pero ignoramos las señales de alerta y continuamos jugando con fuego hasta quemarnos.
¿Por qué nos hacemos las ciegas? ¡Por miedo a la soledad! Conozco mujeres que aceptan a alguien que no comparte sus valores, principios, intereses, gustos o sueños, pero continúan porque piensan: “¿Y si no aparece otro?”
No ignores las señales de alerta, especialmente al principio de una relación; si se toma diez cervezas en una fiesta, presta atención porque puede ser alcohólico, si de repente, te cancela una cita a última hora, se desaparece sin avisar o no contesta tus llamadas, ¡alerta! que está involucrado con otra. Si pierde los estribos con facilidad y es grosero con otros. ¡Atención!, así lo hará contigo. O si constantemente coquetea con amigas, vecinas y hasta meseras, no te sorprendas cuando descubras que es un infiel.
¡No te hagas la ciega! Cuando alguien demuestre falta de compromiso, poca integridad, irresponsabilidad, vagancia, agresividad o cualquier comportamiento que te haga sentir incómoda, frustrada o desilusionada. ¡No ignores “las alarmas de fuego”!, porque acabarás con el “corazón achicharrado”.
Hazle caso a tu instinto, ese sexto sentido que jamás se equivoca y te dice lo que conviene. Cuando llegue a tu vida alguien que no promete ser bueno para ti, extínguelo antes de que se propague el fuego.
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