Mató a su ex padrastro a balazos: sentencia en Nueva York

Un joven fue sentenciado tras declararse culpable de matar a balazos al ex novio de su madre en Harlem (NYC)

Es descrito por la policía como de 5 pies 6 pulgadas y 160 libras con cabello negro.

NYPD en Harlem/Archivo. Crédito: Jennifer Peltz | AP

Tomas Dunn, joven de 24 años, fue sentenciado tras declararse culpable de matar a balazos Saladeen Cochrane (41), ex novio de su madre, en Harlem (NYC).

Dunn compareció el martes ante la Corte Suprema de Manhattan para recibir su sentencia 18 años luego de su admisión de culpabilidad en junio por el homicidio que, según dijo, lo llenó de “vergüenza y culpa”.

El crimen sucedió la noche del 30 de septiembre de 2022 afuera de “Frederick Samuel Apartments” (NYCHA) en 112 West 144th St. Cochrane murió tras agonizar durante tres días en el hospital y semanas después Dunn se entregó a la policía.

“Es una locura calificar de trágico un homicidio. Cada homicidio es trágico”, dijo en el tribunal el fiscal adjunto de distrito Matthew Bogdanos, citado por Daily News. “Esto no sólo fue trágico, sino que también carecía de sentido… Eso es algo con lo que todos los involucrados en el caso tendrán que vivir para siempre”.

El tiroteo ocurrió después de que Dunn se topara con Cochrane, quien vivía a unas cuadras de él y años antes había salido con su madre. Después de comenzar una pelea el joven se fue brevemente y luego regresó para tender una emboscada a su víctima, según los registros judiciales. Después de disparar ocho balas, Dunn baleó a Cochrane en la nuca mientras él intentaba huir.

En declaraciones entre lágrimas ante el tribunal el martes, los seres queridos de Cochrane le dijeron a Dunn que seguían desconsolados por el crimen. Dunn dijo que estaba atormentado por “vergüenza y culpa” por dejar huérfanos a los hijos de Cochrane y afirmó que conocía personalmente “el dolor, la ira y la tristeza asociados con la ausencia de un padre”.

La violencia armada es contante en Nueva York y algunas víctimas son alcanzadas al azar en calles, escuelas, el transporte público y negocios. Los enfrentamientos suelen estar vinculados con una batalla entre pandilleros por el territorio y los sospechosos a menudo se incriminan al alardear y publicar sobre sus crímenes en las redes sociales.

Recientemente Román Martínez, superintendente de edificios, murió baleado dentro de la casa rodante donde estaba viviendo en El Bronx. La Policía de Nueva York publicó una foto del pistolero, que aún sigue prófugo.

La semana pasada otro hispano murió baleado en El Bronx: a Miguel Cruz, hombre de 47 años, le dispararon desde una motocicleta a la altura de 1600 Sedgwick Av.

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