Cadáver cortado y quemado en carrito de compras: mujer adolescente acusada en Nueva York
Una adolescente se convirtió en la segunda persona acusada en uno de los homicidios más brutales de este año en Nueva York: es la novia del roommate
Ronei Harris, adolescente de 18 años, se convirtió en la segunda persona acusada en uno de los homicidios más grotescos de este año en Nueva York: Lutalo Henderson, cuyo cadáver fue cortado en su apartamento en El Bronx (NYC) y luego algunas partes fueron llevadas en un tren Metro-North hasta Yonkers, donde las quemaron en un carrito de compras.
Harris, detenida la tarde de ayer, es novia del coacusado Muhammad Aadil (40), arrestado la semana pasada y quien vivía en una habitación alquilada en el apartamento de Henderson. Todavía no está claro por qué ni cómo lo mataron antes de desmembrarlo. Los primeros restos fueron hallados en Yonkers la madrugada del 5 de agosto.
Días después la víctima fue identificada como Henderson, de 46 años. La causa de la muerte ha sido catalogada como “violencia homicida”, dijo una fuente al Daily News. Según la policía, su apartamento era un lugar conocido para comprar y consumir narcóticos.
La adolescente Harris fue acusada de homicidio, ocultación de un cadáver, posesión de armas y posesión de drogas con intención de vender, según la fiscalía de distrito de El Bronx.
Fue un desprecio brutal por un ser humano”
Harris y Aadil presuntamente mataron a Henderson en algún momento entre el 27 de julio y el 5 de agosto y desmembraron su cuerpo, lo cargaron en un carrito de compras y transportaron algunos restos en un tren Metro-North a un lugar debajo del puente Oak St. en Yonkers, donde la pareja lo dejó después de prenderle fuego, según la acusación.
Allí los bomberos descubrieron el cuerpo en llamas sin pies, manos ni dientes, alrededor de las 2 a.m. del 5 de agosto. Luego de que la víctima fuese finalmente identificada, se determinó que había cumplido 46 años el 4 de agosto, pero no está claro si aún estaba vivo para entonces.
“Los acusados le cortaron las piernas por debajo de las rodillas, las manos y le quitaron la mandíbula. Envolvieron el torso en bolsas de basura y lo llevaron en un carrito de compras a Yonkers a través del tren Metro-North”, según la fiscalía. “Esto fue un desprecio brutal por un ser humano”, dijo la fiscal de distrito de El Bronx, Darcel Clark.
El macabro viaje de El Bronx a Yonkers fue captado por varias cámaras de seguridad. Al juntar minuciosamente las imágenes, la policía rastreó a los dos acusados hasta el apartamento que Henderson y Aadil compartían en Rogers Place, cerca de Dawson St., en el sur de El Bronx.
Cuando entraron al apartamento los investigadores encontraron los dientes de Henderson, junto con sus manos en una olla de cocción lenta y una pierna en el congelador.
La víctima, un técnico de fibra óptica, comenzó a alquilar una habitación a Aadil hacía unos seis meses después de que se conocieron en un programa de capacitación y certificación de la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA), dijo su hermana Aziza Henderson al Daily News.
Pronto la joven Harris comenzó a pasar tiempo en el apartamento. “Él no la quería allí”, dijo Aziza sobre su hermano. “Él no quería que Muhammad estuviera allí. Quería que se fueran. Ese era el conflicto”.
“Justo antes de que esto sucediera, me dijo que volvería a rehabilitación. Justo antes, tal vez un par de semanas”, dijo a una ex novia y amiga de Henderson sin revelar su nombre. “Me llamó y me dijo que había tomado la decisión de volver a rehabilitación porque no podía luchar contra esto. No podía hacerlo solo”.
“Quien hizo esto quiso hacer todo lo posible para asegurarse de que la víctima nunca fuera identificada”, comentó a NBC News Terry Monahan, jefe retirado de la policía de Nueva York, antes de que se supiera quién había sido la persona asesinada. “La razón por la que alguien le quitaría los dientes, las manos y los pies a una persona es para evitar su identificación. Una vez que retire las manos, ya no podrá comprobar las huellas dactilares. Si se quitan los dientes, no se pueden comprobar los registros dentales para ver quién es el individuo”.
Una investigación determinó que, aunque el cuerpo fue incendiado en Yonkers (condado Westchester), lo llevaron hasta allí, por lo que la investigación de homicidio fue entregada a la policía de Nueva York (NYPD) y a la Fiscalía del Distrito de El Bronx.
Todos los cargos son meras acusaciones y se presume que las personas procesadas son inocentes hasta que se pruebe su culpabilidad en un tribunal.
En un caso similar, en julio una mujer fue encontrada muerta con la cabeza baleada dentro de un saco de dormir abandonado en Midtown East, Manhattan (NYC) y luego su roommate fue detenido como sospechoso.
En abril fue extraditado a Nueva York el sospechoso Nicholas McGee, preso que confesó en una cárcel de Virginia haber matado a su roommate Kawsheen Gelzer y luego cortado y almacenado el cadáver en el refrigerador de un apartamento en Brooklyn (NYC).