NYC Care me abrió las puertas

Muchos inmigrantes han encontrado en ese recurso la posibilidad de tener atención médica a través de NYC Health + Hospitals

Lidiar con la diabetes no es fácil para nadie, pero hacerlo en un nuevo país sin conocer el idioma o el sistema de salud es abrumador.

Lidiar con la diabetes no es fácil para nadie, pero hacerlo en un nuevo país sin conocer el idioma o el sistema de salud es abrumador. Crédito: Shutterstock

Me llamo Edgar y, como muchos inmigrantes, vine a este país con la esperanza de encontrar el “sueño americano”. Dejé atrás mi hogar, mi familia y todo lo que conocía en Ecuador para buscar una vida mejor en los Estados Unidos. Sin embargo, desde el momento en que llegué, me encontré con una serie de desafíos que no había anticipado, el más preocupante de los cuales fue mi diagnóstico de diabetes.

Lidiar con la diabetes no es fácil para nadie, pero hacerlo en un nuevo país sin conocer el idioma o el sistema de salud fue abrumador. Mi condición requería atención médica constante, medicamentos  y monitoreo regular. Sin acceso a esos recursos, comencé a preocuparme no solo por mi futuro, sino también por las consecuencias que esta enfermedad podría tener en mi vida diaria. Mi salud física comenzó a deteriorarse y con ella, mi bienestar mental también se resintió.

Fue en medio de esta espiral que descubrí NYC Care, un programa que permite acceder a la atención médica a través de NYC Health + Hospitals. NYC Care me abrió las puertas a los servicios de salud que necesitaba desesperadamente. Gracias a este programa, pude acceder a personal médico, hospitales 

y tratamientos independientemente de mi situación migratoria o capacidad de pago. Lo más importante es que el idioma no era una barrera: pude comunicarme y recibir el tratamiento adecuado para mi diabetes sin sentir que me perdía en el proceso.

Con NYC Care, recibí el tratamiento necesario para controlar mi diabetes. Y a medida que mis niveles de azúcar en sangre y mi perspectiva mejoran, sentía que me quitaban un peso de encima. La experiencia me hizo reflexionar sobre lo importante que es NYC Care para inmigrantes como yo, que pueden tener miedo de acudir a los servicios para evitar que su situación migratoria se vea afectada. Uno de los aspectos más poderosos del programa es la tranquilidad de saber que se puede acceder a la atención médica. 

Basándome en el éxito del programa, creo firmemente que otras ciudades de los Estados Unidos deberían implementar programas similares. Los inmigrantes son una parte esencial de este país. Contribuimos con nuestro trabajo, con nuestro esfuerzo, con nuestra diversidad, y muchas veces somos los motores que impulsan muchas industrias. A pesar de nuestra importancia, a menudo no tenemos acceso a los servicios esenciales que necesitamos para llevar una vida digna y saludable.

Ahora más que nunca, las ciudades deben apoyar a los inmigrantes con programas como NYC Care. NYC Care me permitió continuar mi lucha contra la diabetes con tranquilidad y recursos, y creo que muchas otras personas podrían beneficiarse de un programa como este. Las barreras lingüísticas, el miedo debido a la situación migratoria o la falta de recursos no deben impedir que alguien pueda acceder a la atención médica. Mi experiencia es una prueba de que en este país, con el apoyo adecuado, podemos superar los desafíos y prosperar.

Edgar es beneficiario de NYC Care

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