El incierto futuro de las bases militares rusas en Siria

Tras el triunfo de los rebeldes islamistas en Siria, Rusia intenta sondear opciones para sus bases militares en ese país. Tartus es considerada irremplazable

Rusia opera dos bases en Siria: Tartus, en el Mediterráneo, y el aeropuerto militar de Hmeimim.

Rusia opera dos bases en Siria: Tartus, en el Mediterráneo, y el aeropuerto militar de Hmeimim. Crédito: JONATHAN NACKSTRAND/AFP | Getty Images

¿Perderá Rusia las bases militares que tiene en Siria, después del derrocamiento del régimen de Bashar al Asad? No hay aún respuesta a esa pregunta y no se vislumbra una decisión rápida.

Medios rusos informan de que los islamistas que tomaron Damasco, liderados por el grupo HTS, habrían garantizado a Moscú la seguridad de las bases militares. No hay confirmación de otras fuentes.

Dos bases militares rusas en Siria

Rusia opera dos bases en Siria: la base naval de Tartus, en el Mediterráneo, que es una herencia de la Unión Soviética, y, desde 2015, el aeropuerto militar de Hmeimim.

“Hasta ahora se ve actividad de naves de transporte en Hmeimim, pero no en dimensiones tales que pudiera hablarse de una plena evacuación”, dice a DW Gustav Gressel, quien fuera analista del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores (ECFR).

Gressel agrega que hay buques rusos “en maniobras” en el Mediterráneo, no lejos de Tartus. “Estimo que, tras bambalinas, Rusia negociará para mantener las bases en el país”, indica. “Si hubiera desistido de ello, estaría en marcha una evacuación”.

La base naval de Tartus

El coronel Markus Reisner, historiador militar austriaco, cree que la base naval de Tartus es “estratégicamente más importante” para Rusia porque “desde allí se pueden proyectar fuerzas hacia el Mediterráneo”.

La base aérea de Hmeimim era necesaria para Moscú para apoyar al régimen de Asadcontra los rebeldes. “Pero eso ya no se requiere”, agrega.

El politólogo británico Mark Galeotti, autor del libro “Las guerras de Putin”, piensa que ambas bases son “muy importantes para las actividades rusas en el Mediterráneo y en África”.

Comenta que “es interesante ver con qué rapidez han intentado llegar a un acuerdo con el HTS”. Hasta hace poco, el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, calificaba a los miembros de dicho grupo de “terroristas”.

Este fin de semana, Moscú empezó a llamarlos “rebeldes”. A juicio de Galeotti, el tono de Moscú hacia los islamistas sirios se volvió mucho más cortés desde antes de la caída de Al Asad.

¿Qué puede ofrecer Moscú al HTS?

“Rusia espera hacer un trato con el HTS”, dice Galeotti. Pero, ¿qué puede ofrecerle? En su opinión, aunque fueron apoyados por Turquía, los rebeldes no quieren depender de ella y necesitan diversificar sus relaciones.

Ahí entraría en juego Rusia. “Los rusos son bastante cínicos y pragmáticos; eso podría dar al HTS la oportunidad de reducir su dependencia de Ankara”, estima el experto británico. En este contexto, recuerda que Rusia no solo tiene presencia militar en Siria, sino también importantes vínculos económicos.

Burcu Ozcelik, experta del centro de análisis británico RUSI, no cree que los sirios se apresuren a satisfacer los deseos de Moscú. “Es muy dudoso que el HTS tenga apuro en ser percibido como aliado de Putin o en dar luz verde a una presencia militar rusa de largo plazo en la costa mediterránea siria”, indica, vaticinando largas negociaciones.

Consecuencias limitadas para Ucrania

Otro tema que se discute es qué consecuencias tendría para la guerra de Ucrania que Rusia retirara a sus militares de Siria.

“Con sinceridad, las consecuencias serían irrelevantes”, opina Galeotti. Porque, según él, el número de soldados que Moscú podría trasladar de Siria al frente ucraniano no es significativo.

Similar es la apreciación de Gustav Gressel. Por otra parte, tampoco cree que haya aspectos que favorezcan a Ucrania.

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